La calidad en muchas circunstancias es más importante que la cantidad. En este sentido, el fútbol no es la excepción y, pese a que estamos en el receso más largo de la historia y reina la incertidumbre, existen varias certezas en cuanto a los jugadores que no continuarán en Newell’s. Ellos son: Nelson Ibáñez, Lucas Albertengo, Rodrigo Salinas, Braian Rivero, entre otros. En este aspecto, hay que remarcar que la estructura no se resintió ya que se trata de futbolistas que previsiblemente iban a dejar la institución, de algunos nombres que no eran titulares y de otros que, incluso, tampoco hubiesen tenido un lugar asegurado en el banco de suplentes. La ecuación es perfecta: la Lepra no retiene a jugadores que para el entrenador no eran prioridad, esos futbolistas buscan nuevos horizontes y – una cuestión primordial- abren un lugar a jóvenes que están haciendo sus primeras armas y pueden ser trascendentales en el futuro rojinegro.
Un detalle no menor es que Newell’s no está en condiciones de contar con un plantel muy poblado, ya que la competencia se retomará, en el más optimista de los escenarios, a fines de septiembre, con un torneo de transición. A las cuestiones económicas se les suman las dificultades que implican tener tantos intérpretes para escasas opciones de salir a escena. El mayor esfuerzo financiero seguramente se realizará a principios del 2021 con vistas a la Copa Sudamericana.
Claro que la esencia de las salidas de varios de estos jugadores se debe a que no encontraron lugar entre los titulares ni lograron convencer a Kudelka. Ibáñez siempre fue suplente de Aguerre; Salinas convirtió un solo gol y Albertengo anotó tres – todos en los primeros partidos- y su nivel fue decreciendo. En el caso de Rivero, su paso a Independiente del Valle quizás sea positivo para su carrera, ya que estaba relegado; e incluso para la institución, porque los ecuatorianos pueden utilizar distintos mecanismos y momentos para activar la opción de compra pactada. Lo negativo es que las arcas rojinegras no se vieron favorecidas por estas salidas. Ibáñez, Albertengo y Salinas finalizaron su vínculo. Y Rivero se fue del club por un préstamo de un año y medio por 180.000 dólares.
Al margen de las determinaciones ya tomadas, falta sellar la continuidad del arquero Ramiro Macagno y del lateral Matías Orihuela. El deseo de Kudelka y el objetivo de la Comisión Directiva es que ambos permanezcan. De todas maneras, ante eventuales salidas de ambos, tampoco se movería el amperímetro y Newell’s, a juzgar por los gustos del técnico, mantendría el mismo ‘11’ inicial e incluso repetiría el banco de suplentes. Además, emergen jugadores que piden acción como Sforza, Maccari, Calcaterra, Donsanti, González y una larga lista de proyectos auspiciosos.
Ante este panorama, resulta vital la opinión de Kudelka, el arquitecto del destino rojinegro. ¿Hace falta contratar a un mediocampista para que supla las funciones de Rivero? ¿Los puestos ya están cubiertos con el plantel profesional y jóvenes de inferiores? ¿Es necesario adquirir delanteros o con Leal, Alexis y compañía ya existen variantes suficientes? El técnico leproso es quien tiene la llave de todos estos interrogantes y se presume como el gestor ideal para diagramar el plantel. Porque llegó hace poco más de un año y pudo cumplir los objetivos con creces y porque se trata de un DT que es detallista, minucioso y no deja nada librado al azar. No caben dudas que siguió estos métodos para tomar esas decisiones. Frank aprobó estas salidas porque, pese a disminuir la cantidad de futbolistas, el plantel se mantiene y su equipo no se devaluó. Por eso se presume, al menos en la previa, que ninguna de estas bajas le generara un dolor de cabeza. El tiempo y los resultados serán los encargados de dictar sentencia.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s