El triste semblante de Frank Kudelka fue todo un indicador del desempeño Rojinegro a lo largo de la competencia. Un partido que tuvo un comienzo emotivo por la desaparición física del 10, rápidamente se convirtió en un bodrio: iban 19 minutos y el colombiano Cardona lo había terminado con dos tantos. A su vez, Ángelo Gabrielli se fue expulsado en la primera parte y dio por culminado cualquier tipo insurrección.
- Volvió a 4-3-3. Después del pobrísimo empate con Talleres, Kudelka quiso revalidar lo que él había entendido como un buen primer tiempo en el cotejo de ida. Por eso mismo, retornó al 4-3-3, pero sin demasiado éxito en la faz ofensiva, quedó muy expuesto el fondo.
- Newell’s jamás pudo competir físicamente el encuentro. Lento, sin reacción y capacidad de rebeldía. Evidentemente, la pretemporada realizada por la Pandemia afectó seriamente a la Lepra, y esto incluye a todos los futbolístas.
- No pudieron controlar a Cardona. El mediocampista de Boca, a pesar de no estar en plenitud física, volvió loco a la defensa Rojinegra. Pero no fue solamente a los de atrás, también al mediocampo: se notó mucho que Julián Fernández sufre efectos colaterales del Covid.
- Sin cambios. El entrenador Rojinegro, otra vez prescindió de los variantes para alterar el rumbo del partido. ¿Falta de material en el banco de suplentes? ¿Diagnóstico erróneo en los desarrollos? Lo concreto es el primer cambio en cinco partidos, exceptuando las lesiones, fue a los 22 minutos del complemento. Toda una señal.
- Incidencia directa de Macagno. Así cómo se destacó los partidos iniciales, contra el Xeneize dio la sensación de que pudo haber hecho más en los dos goles.
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