Adrián Busso es uno de los cuatro despedidos del área fútbol, que ocurrieron en las últimas horas. Trabajó durante más de dos décadas en el club y de un día para el otro se le comunicó su despido. Habló en exclusiva con Planeta Newell’s.
Comenzó a trabajar en Newell’s en 1985. A los 23 años, estudiaba educación física y Carlos Marconi le ofreció estar “ad honorem” en Malvinas. En el baby del club permaneció tres años y luego, su carrera fue en ascenso. “Me llamaron para dar una mano en séptima, octava y novena, con Don José Vivas, sus hijos y Carlos Domínguez”, relató. Pero en un momento se cortó, tras el fin del ciclo Griffa y con el comienzo de la segunda presidencia de Eduardo López, cuando estaba en quinta división de AFA, se dio una ruptura: “Me despidió la dirigencia”, recordó con la nostalgia unida a esos tiempos, en los que aparecieron jugadores como Lucas Bernardi, Gabriel Heinze, Pomelo Mateo y el Piojo Manso, entre otras figuras. Luego, con la asunción de Lorente, logró se reincorporación, pero volvió a pasar. Le tocó, aunque el creyera que nunca le iba a pasar otra vez: “No lo esperaba, me tomó por sorpresa. Son contingencias que da la vida, creía que no me iba a tocar porque uno es consciente del trabajo que hace. Ahora, trataré de salir adelante con el apoyo de mi familia y con el de los que me han llamado desde que se enteraron de esta noticia”, le expresó a Planeta Newell’s.
Justamente, en este último periodo, además de estar bajo la supervisión de Theiler y Picerni, fue parte del Cuerpo Técnico de Juan Pablo Vojvoda, que consiguió un título y un subcampeonato con la reserva. Vinculado al nombre del ahora entrenador de Defensa y Justicia, siempre se dijo que no tenían compatibilidad su forma de trabajo y que se lleva a cabo desde que esta Martín Mackey, ¿tuvo algo que ver?, se le preguntó a Busso: “todo es posible”, no quiso negar.
Lo que sí está claro, que el ex preparador físico de la institución, no estaba de acuerdo con la forma de trabajar del Director deportivo de inferiores y eso, según piensa, le pudo costar el puesto: “no coincido con la forma de trabajar de el, es muy rutinaria y no se asemeja al fútbol profesional, ni a una reserva”, opinó.
Por otro lado, a forma de defensa de su labor, no solo expuso trayectoria: “hablen con quien quieran de los jugadores que he tenido. No voy a decir nada de mi rendimiento, de mi actuación, pero pongo a consideración de quien quiera que hable con los jugadores que llegaron y no llegaron”, manifestó.
Sobre el final, comentó que se encuentra “tranquilo”, no solo porque dio “todo por la camiseta”, sino que también por el apoyo de personas de diferentes ámbitos del fútbol: “con los que trabajé, desde que se enteraron a través de las redes sociales mi salida del club, por suerte y para alimentar mi esperanza de continuar trabajando, me llamó un montón de gente de todas las etapas”. “Preguntale a cualquier jugador, capaz que te dice, ‘es un hdp (sic), como me hacía correr’, pero es satisfactorio para mí, porque ese jugador llegó”.
“El fútbol a veces es injusto, pero es algo en donde nos metimos. Hoy te toca estar y mañana no te toca. Teníamos todos preparado y organizado para el partido del domingo, entradas, comidas, entradas en calor, hoy no tengo que hacer nada”, finalizó.
La versión oficial de la causas de remoción de puestos de trabajo
“El Club Atlético Newell’s Old Boys informa a los socios y a la comunidad que ha despedido a 12 empleados de la planta permanente de la institución. Esta dolorosa decisión se tomó con el conocimiento del juez Bellizia y los integrantes del órgano fiduciario, quienes participan directamente en la economía de la institución, y debido a que el club, desde hace varios años, cuenta con una planta de empleados sobredimensionada para las necesidades y funciones de su organización”.
“La decisión política de despedir empleados no es del agrado de ninguno de los miembros de esta Comisión Directiva y, mucho menos, del espíritu que moviliza a esta institución. Lamentablemente, por más que desde hace un tiempo se vienen haciendo todos los esfuerzos para no llegar a este punto, cuando la institución comienza a percibir un perjuicio importante, es necesaria asumir la responsabilidad y realizar los cambios necesarios”.
Planeta Newell’s.