Terminado el partido con San Lorenzo, una nueva derrota. El ciclo de Juan Manuel Llop llegó a su fin, no oficialmente en ese momento, pero lo que ya se sabía hace algún tiempo solo había que esperar cuando se formalizaría. Fue 48 hs después.
El partido del pasado sábado en el Nuevo Gasómetro fue bastante chato, pero sirvió para ver la última cara del ‘‘Newell’s de Llop’’, que paradojicamente fue la misma de principio a fin. El 4-2-3-1 o 4-4-1-1 fue marca registrada del DT saliente, estos son solo numero que sirven para graficar lo que se vio en cancha, escasos y repetidos recursos colectivos.
La mayor virtud de un entrenador es hacer mejores a sus dirigidos, una de las principales formas de lograr eso es conformando un buen equipo formando una estructura confiable con argumentos sólidos, dotando al conjunto de herramientas para hacer crecer a las individualidades. Nada de esto sucedió.
Desde el inicio de su ciclo la idea de Llop fue colocar una linea de 4 defensas con laterales de poca proyección, 2 medios de contención donde uno debía jugar mas retazado mientra el otro llegara a posiciones mas ofensivas (no siempre sucedía), dos mediocampistas externos con mas velocidad que elaboración, un delantero de área y un media punta libre detrás de él. Así comenzó y así se despidió, en el camino hubo cambios, pero solo nominales, se modificaban los apellidos pero todo continuaba de la misma manera. Este planteo gozó de buena salud solo cuando encontró rivales que defendían muy alto y cedían espacios, el mayor ejemplo fue River en la fecha 10 de la actual Superliga, cuando no encontraba espacios en el campo rival todo se acercaba mas a la casualidad que a acciones buscadas. El equipo necesitaba atacar rápido y elaborar poco, sumar pases le aumentaba la complejidad del momento y todo se volvía confuso, esto sucedía porque no había una predisposición estratégica a esta clase de situaciones, no era lo que se buscaba, quedaba en evidencia una estructura frágil que fácilmente se podía quebrar.
El equipo rojinegro hoy no cuenta con cracks en su plantel, como sucedía hasta hace poco con Ignacio Scocco, Mauro Formica o Maxi Rodriguez. Hoy posee jugadores mas terrenales pero que han demostrado criterio para el juego (B. Rivero, H. Fertoli, B. Sarmiento, D. Rodriguez, J. Torres, L. Leal), claro que en un contexto desfavorable difícilmente alguien pueda sobresalir.
Es momento de comenzar un nuevo camino para Newell´s, quien será el próximo DT es una incógnita, pero deberá tener el conocimiento suficiente para que el equipo sepa a que juega y muestre un estilo reconocible acorde a los futbolistas que tiene, porque a partir de ellos nacerá el sistema de juego. Ese será el mayor refuerzo.
Todos los días aprendo algo nuevo. Miro, escucho y leo. Hablar con fundamentos, así en la vida como en el fútbol. Ganar no se elige, como jugar si.