Por la fecha 14 de la Superliga, Newells llegaba a La Plata con la tranquilidad del resultado a favor vs el débil Arsenal, pero con las mismas dudas que lo invaden hace meses, a que se juega y como pretende hacerlo.
Enfrentar a Estudiantes ya suponía otra complejidad, pero el DT rojinegro mantiene su idea táctica. Solo cambios nominales, ninguno estratégico. Cabrera y Evangelista reemplazaron Torres y Ferroni, pero para hacer lo mismo. El 4-2-3-1 de Llop no se modifica y muestra matices repetidos: poca paciencia para elaborar el juego, cuando quiere salir jugando los receptores se alejan y no dan alternativa de pase al poseedor de la pelota, el equipo se larga, el pelotazo se vuelve la opción mas cómoda.
En frente Bernardi planteo un 4-4-2, su equipo tiene una muy buena y paciente posesión de pelota, los laterales F. Sanchez y L. Diarte le dan amplitud, Cascini maneja muy bien el juego interior y la dupla L. Rodriguez / Otero le dio mucha profundidad por el sector izquierdo.
En los primeros minutos del partido el rojinegro dio algunas señales positivas, Rivero, Sarmiento, Fertoli y Leal estaban asociandose muy bien por la banda izquierda y marcaban un camino por donde ir. Algunas posesiones largas donde pudo elaborar jugadas interesantes.
A los 23 minutos todo se desmorona, una mala sincronización defensiva, lo que sería una factor común durante todo el partido, dejó a Otero corriendo solo al espacio que debía ocupar Bianchi, Varela quedó expuesto a tener que cerrar de forma apresurada y claro penal. Esa misma jugada había sucedido minutos antes. 1-0 y desde ahí todo fue cuesta arriba para Newells, que en cada ataque Pincha mostró desacoples defensivos. Esto tiene mucho que ver con la débil estructura del equipo que no resiste ningún golpe.
Hasta acá si algo ha funcionado aceptablemente en el ciclo Llop es el bloque defensivo, con un arquero sólido y dos líneas de 4, la fase defensiva no era un problema. Debemos mencionar la salida de Nehuén Paz como un factor importante, pero hay rendimientos individuales que disminuyeron notablemente. San Roman, Bianchi y Sills se ven demasiado vulnerables, lo que provocó la degradación de este sector en línea con toda la estructura del equipo. Fueron 4, pero pudieron ser mas goles. NOB contó con la complicidad de Andujar, que estuvo en una tarde para olvidar rápidamente, para maquillar levemente la dureza del resultado. El 4-2 final termina siendo benévolo con los rosarinos.
Las dificultades del entrenador leproso se ven, no solo de partido a partido, sino también durante los mismos a la hora de hacer cambios: entra Bernardello, sale Sills. Ingresa D. Rodriguez, sale Rivero. Aparece Torres, afuera Cabrera. No se intenta nada distinto, las limitaciones quedan muy evidentes y refugiarse en la excusa de un plantel corto y joven solo expone mas al DT. Partido a partido aumentan las señales negativas y el deterioro es mayor.
Todos los días aprendo algo nuevo. Miro, escucho y leo. Hablar con fundamentos, así en la vida como en el fútbol. Ganar no se elige, como jugar si.