El primer tramo del 2021 quedará tristemente en el recuerdo del hincha rojinegro. Durante el semestre inicial, Newell’s jugó uno de los peores clásicos en mucho tiempo y finalizó la Copa de la Liga en el último lugar. Y más allá de que no tenga carácter de campeonato, porque se trata de una copa nacional, un hecho de estas características no ocurría desde hacía 29 años. Se trata, en definitiva, de la cuarta vez en la historia que el Rojinegro finaliza en el último escalón. Es tan angustiante la situación que para encontrar los otros dos antecedentes hay que remontarse a 1960 y 1964. Ahora, en la recta final de un calendario compuesto por cuatro partidos, al menos existe un incentivo: seguir compitiendo en la Copa Sudamericana y la Copa Argentina. No es una revancha, pero sí es una manera empezar a dejar atrás la racha perdedora.
Newell’s tuvo un comienzo de año desilusionante. En primer término quedó relegado a Zona Complementación de la Copa Maradona. Y allí ni siquiera disputó la final pese a contar con un contexto favorable. En la Copa de la Liga Profesional, ni con Burgos ni Kudelka pudieron modificar la mala dinámica de resultados. Fue tan pobre la producción que el equipo cosechó menos puntos que los partidos disputados, solo 11 en 13 juegos. Como consecuencia, NOB finalizó en el puesto 26º. Último, en un torneo que ya de por sí cuenta con seis conjuntos extras a cualquier torneo tradicional de liga. Solo un sprint final de buenas actuaciones en los cuatro partidos que restan podría decorar un poco un panorama desolador.
Es que la Lepra afrontará en los próximos días cotejos definitorios. Pero en lo inmediato, concretamente dos centran toda la atención. El primero será ante Libertad en Paraguay con la única premisa de ganar. Los tres puntos logrados en Chile abrieron la puerta a la ilusión, pero atención que clasificar no es una tarea sencilla. Los últimos resultados de los rivales acrecentaron las opciones pero igualmente no modifican la obligación de ganar. No hay margen de error. Aún se pagan los tres puntos perdidos en Rosario y el exigente formato apremia.
Por otro lado, en Copa Argentina, NOB debe sortear un compromiso ante Sarmiento. Se trata de un duelo de 16avos de final en el que un hipotético triunfo le daría la chance de enfrentar a Temperley o a Talleres de Remedio de Escalada en octavos. Se trata, a priori, de un camino allanado para acceder a cuartos de final. Pero, en este contexto, es imposible aseverar triunfos y rendimientos acordes. Porque hoy el principal oponente de la Lepra es el propio Newell’s. Y tampoco se puede pasar por alto que se trata de una competencia que en el último tiempo le ha sido particularmente esquiva. La historia reciente acredita muchos capítulos de derrotas ante equipos del ascenso y que llegaban de punto a la cita.
Por supuesto que el nivel de exigencia es mayor ante Sarmiento porque el grado de dificultad, en comparación al torneo continental, es menor. Además, si los de Burgos no suman de a tres en Asunción, ese encuentro ante los de Junín tomará aún más valor. Ni siquiera ganándole a Libertad habrá certezas de clasificación –porque restarán dos partidos- y tampoco vencer al Verde será motivo de hazaña futbolística. Pero, innegablemente, sería una manera de maquillar y atenuar todos los golpes de distinta índole que el club viene recibiendo. Además, seguir en carrera en varias competencias será también un aliciente a la hora de seducir a futbolistas para la configuración de un nuevo plantel. Y, como no podía ser de otra manera, no se puede soslayar la parte económica. Cualquier ingreso es bienvenido para las alicaídas arcas rojinegras.
Para colmo de males, este calendario comprimido y riguroso deberá afrontarlo con un plantel diezmado porque el parte médico leproso suma lesiones todas las semanas. Tal es así que se puede alinear una formación completa entre jugadores que están en distintas fases de rehabilitación o próximos regresar.
No es momento de balances pero, hasta ahora, los números de Burgos denotan una marcada irregularidad. De 11 partidos como entrenador rojinegro ganó tres, empató cinco y cayó en tres ocasiones. No son números para un último puesto y, por obvias razones, mejoraron la pobre cosecha del último tramo de la era Kudelka. Pero lo que preocupa es el juego y algunas presentaciones que dejaron mucha que desear, especialmente la del clásico. Porque, más allá de lo estadístico, no todos los encuentros valen lo mismo en el ánimo del hincha, en la historia y en la tabla de posiciones.
En los próximos días no habrá lugar para tibias aseveraciones. La Lepra se jugará gran parte de su futuro deportivo en cinco días. Dos eliminaciones agravarán la crisis y certificarán que el primer semestre del 2021 será recordado como uno de los peores en la rica historia leprosa. Mientras que, un triunfo que alimente las opciones en la Copa y un pase de ronda ante Sarmiento, representará una buena manera de empezar a salir del fondo. Por ahora, el equipo y el entrenador deben aferrarse a eso porque es todo lo que tienen en lo inmediato. Las cartas ya están sobre la mesa y Newell’s solo puede apostar a un pleno.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s