“Cuando estaba en Boca y Scocco en River, siempre nos decíamos que íbamos a volver juntos a Newell’s”. A Pablo Pérez y Nacho los moviliza el deseo de ir por más. A sus 35 años, tienen mucho por dar. Ambos son futbolistas de jerarquía. Tienen en común que fueron campeones en la Lepra, jugaron en instituciones importantes y cuentan con experiencia internacional. La vuelta olímpica en el 2013 los tuvo como protagonistas excluyentes y hoy, con más aplomo y batallas disputadas, son referentes en un plantel que ya tiene a un emblema como Maxi Rodríguez. Con ellos en cancha, más la presencia de la Fiera, la Lepra presume de un historial muy favorable: 14 victorias, seis empates y seis derrotas, lo que representa una efectividad del 62%
Los dos son una fija en el esquema de Kudelka. Pablo Pérez cumple una función mixta: se encarga de parte de la elaboración del juego, pisa el área con frecuencia en búsqueda del gol y también colabora en la recuperación de pelota y en el trabajo táctico. Es un mediocampista completo o ‘todoterreno’, como le llaman los scouting y ojeadores europeos. Scocco, por su parte, aporta elegancia, asociaciones con sus compañeros, remate de media distancia y gol. Ambos sumaron experiencia y ahora recorren la cancha con mayor inteligencia, sin necesidad de realizar tantos desgastes. El amplio recorrido que tienen en su trayectoria les imprimió un carácter ganador. Hoy son referentes del plantel y una influencia positiva para los más jóvenes.
Al margen de sus atributos ya conocidos, los números también hablan por sí solos. Los dos fueron campeones, jugaron muchos encuentros con la rojinegra y convirtieron goles importantes. En el caso PP8, participó en 138 partidos en sus tres etapas en el club y anotó 38 tantos. Mientras que el oriundo de Hughes, se calzó la camiseta leprosa en 207 oportunidades y besó la red en 77 ocasiones. En el palmarés, Scocco tiene un plus ante todos los jugadores del plantel, porque también fue campeón en el Apertura 2004. Además, en forma conjunta suman otros nueve títulos producto de las consagraciones que tuvieron entre Boca y River. En el último tiempo se acostumbraron a afrontar instancias decisivas y esto representa un aliciente para el entrenador, los hinchas y sus compañeros.
Todos los protagonistas de las finales de Copa Libertadores en 2018 rindieron una materia extra y hoy poseen un plus. Fue tan desgastante el raid mediático en la previa, durante y después de la consagración de River que representó un hecho sin precedentes en Argentina. Los jugadores vivieron una situación inusual. Lo cierto es que, vencedores y vencidos, protagonizaron una serie histórica, con relevancia mundial y jugadas que quedarán en la memoria de millones de hinchas. Pablo Pérez participó de los encuentros y Scocco, si bien no jugó por lesión, fue pilar fundamental en esa Copa. Al margen del resultado y la cantidad de minutos, ambos experimentaron ese trayecto que conmocionó al país futbolero y generó un debate interminable, con secuelas que permanecen y aún hoy arrojan mucha tela para cortar. Ellos saben mejor que nadie que de esa vivencia aprendieron muchísimo. Están más curtidos para las grandes batallas. En las difíciles y en los partidos trascendentes, Nacho y Pablo ya aprobaron un examen especial.
Cualquier entrenador del fútbol argentino querría contar con valores tan importantes. Probablemente ambos serían titulares en casi todos los clubes de la Superliga. Newell’s tiene a ambos y puede ostentar este rasgo distintivo. Aportan en la consolidación del grupo y el funcionamiento del juego del equipo. Ya saben lo que es ser campeón en el club que los vio nacer y también levantaron trofeos en otras instituciones. Y este tipo de jugadores, con estirpe ganador, siempre quieren mantenerse en la cúspide. Se acostumbraron a dar vueltas olímpicas y a disputar los primeros lugares. Hoy, con mucho aplomo y más sabiduría, buscan saciar su sed de títulos en el club de sus amores. No se conformarán con menos. Regresaron por cariño a la institución y porque aún quieren escribir más páginas de gloria.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s