Está a la vista que luego de la algarabía por el triunfo en penales ante Atlético Tucumán, los ánimos se apaciguaron. Pero no por eso los interrogantes en cuanto al juego y las decisiones de Omar de Felippe dejan de estar sobre la lupa. El equipo no ha encontrado su forma durante los primeros 4 cotejos por Superliga y sólo algunos pasajes ante Independiente y Godoy Cruz han deparado destellos de lo que verdaderamente pretende el entrenador.
Dentro de las incógnitas, una de las que más recrudece el debate y obliga al entrenador a ensayar variantes -dicho esto por él- es en la delantera. Con Luís Leal como garantía de juego y goles (más lo primero que lo segundo en este último tiempo) y ante la urgencia y la falta de efectividad expuesta, las luces apuntaron a la posible inclusión de Alfio Oviedo como acompañante. En comparación con el portugués, el flamante refuerzo paraguayo posee características opuestas. Su altura y porte lo muestran como un jugador ágil para los duelos aéreos y con facilidades para la fricción. La matemática futbolera no tardaría en indicar que tanto el guaraní como “la Pantera” son compatibles en una presunta dupla de ataque: Leal oficiando de mediapunta para explotar todo su oficio de desmarques al espacio y Oviedo ubicado como faro.
Lo cierto es que ambos delanteros sólo coincidieron en casos de emergencia, con el elenco rojinegro necesitado y el marcador desfavorable. 18 minutos ante Vélez y 35 con Godoy Cruz. Además, en las últimas dos convocatorias prevaleció el juvenil Lisandro Cabrera por sobre “el Espectro”, dando cuenta de que para De Felippe todavía es prematuro pensar al ariete como una opción potable de titularidad. Por el momento, para Don Omar acumular ladrillos no significa construir alturas.
Como si esto fuera poco, otra de las vertientes que se desprende de este dilema de juego que envuelve a De Felippe es el de las piezas a consolidar. En un mercado de pases donde se priorizaron las apuestas y dirigir la mirada hacia jugadores con proyección (como el propio Oviedo) o foráneos al medio local (Zé Turbo), quizás se invisibilice la presencia de otros buenos valores como Francisco Fydriszewski. El delantero que descolló en Argentinos Juniors de la mano del Gringo Heinze, retornó a la institución tras su fallida incursión en el ascenso español y su nombre debería estar en los primeros puestos de la extensa lista de jugadores a recuperar. El prominente atacante ya había dado indicios de su capacidad en sus esporádicas actuaciones durante el malogrado ciclo de Gustavo Raggio, hace ya cuatro años. De aquel tiempo a esta parte, el “Polaco” pasó del ostracismo de no ser considerado en el club rojinegro a una potente redención en La Paternal. Para él, el reloj volverá a cero el próximo sábado, cuando pise el césped cordobés en el duelo preliminar ante Belgrano.
La cuenta regresiva de cara al sábado nos muestra un panorama incierto, donde las ostensibles dudas que quedaron sobrevolando por la mitad de cancha en el Alfredo Beranger están fuertemente ligadas a las dificultades mencionadas en la faceta ofensiva. Ganar de visitante se ha convertido en una hazaña para la Lepra en el último tiempo, una proeza difícil de lograr. Sin sociedades mancomunadas y un trabajo en serio focalizado sobre las posibilidades y características de los futbolistas, no pasará tanto por una cuestión de nombres. En el mientras tanto Oviedo, Zé Turbo, Alexis Rodríguez, Cabrera y Fydriszewski lo miran por afuera.
Planeta Newells | A Dos Canchas