Julián Fedele es un leproso que este mes de junio cumplió más de un “sueño del pibe”. Junto con un grupo de amigos y familiares viajó a Rusia a ver la Copa del Mundo. Hasta ahí, no habría vivido nada muy distinto a lo que el resto de los argentinos que contaron con la dicha de poder presenciar la cita máxima del fútbol mundial. Lo increíble llego antes del partido con Nigeria, Argentina se jugaba la clasificación ante las siempre difíciles águilas verdes de África. De repente un tumulto se formó 3 metros por debajo suyo: Diego Armando Maradona se hacía presente en un estadio colmado de corazones celestes y blancos.
Él a todos los partidos iba vestido con la camiseta del seleccionado nacional, una bandera argentina con el escudo de Newell’s y la pilcha del más grande del interior en la cintura.
Incrédulo a la presencia de quien sería bautizado como “el genio del fútbol mundial” por Víctor Hugo Morales en aquel histórico relato de su segundo gol a los ingleses en México 86, comenzó a filmarlo. “Todo el mundo le gritaba, en eso veo que le dan una bandera, la agarra y empieza a mostrar. Una bandera de él, tipo un santo” Eso lo motivó a jugársela, eso y como cuenta Julián, la fe que se tuvo “El Diego la va a mostrar, siempre muestra la de Newells. Ya está, la sacrifico”. Tomó la camiseta de su cintura y con beso previo al escudo se la arrojó al 10.
Esa euforia y fe por una serie de minutos se vieron frustradas, la rojinegra también dio en el hombro de un guardia, quien la tiró debajo de los asientos. Todo era desazón “¡Diego no la llego a ver, no me la contés, la tire al pedo!” Instantes después, quien jugará en El Parque entre 1993 y 1994, tomo asiento y fue llamado desde adentro del palco, donde se quedaría hasta el inicio del encuentro.
Pelusa estaba a punto de ingresar a su sector VIP, cuando vio la camiseta de Julián bajo los bancos, volvió sobre sus pasos y frente al inmenso Zenit Arena la mostró con orgullo. “No lo podía creer. Lo tenía al diego, mostrando la camiseta de Newell’s, en un mundial, ¡Encima era la mía! Te juro que no podía parar de temblar, se me caían las lagrimas de la emoción, increíble”
“Acá jugaron los más grandes de la historia, acá jugaron Leo Messi y Maradona”