Cuando llegó desde el fútbol árabe allá por 2011 nadie estaba muy seguro de lo que podía dar y brindar Víctor Figueroa con la camiseta de Newell’s, ya que venía de un fútbol en un país poco competitivo en aquel entonces (jugaba en el Al-Nassr de Arabia Saudita) y nunca había jugado en clubes “grandes” en Argentina. Pero desde el primer momento el Negro se ganó un lugar en los corazones de los hinchas y, hoy en día, es el jugador más querido del plantel junto a Mauro Formica y Hernán Bernardello.
Partícipe destacado en la era de Gerardo Martino, el volante ofensivo oriundo de San Isidro, Buenos Aires, fue una de las figuras destacadas en el campeonato local obtenido en 2013 y logrando llegar a las semifinales de la Copa Libertadores del mismo año siendo eliminados por Atlético Mineiro en Brasil, equipo que después se iba a coronar campeón de la competición de la mano de Ronaldinho.
Pasando en limpio, Figueroa pertenece al club desde hace siete años, pero estos no fueron todos seguidos ya que en el segundo semestre de 2016 pasó a préstamo a Colón donde jugó 15 partidos convirtiendo dos goles. Los números en la Lepra son algo bajos si nos ponemos a analizar en la posición en la que juega, ya que solamente marcó 17 goles pero con una buena cantidad de asistencias, ya que dio 27 pases gol. De todas formas, nadie reprocha su performance.
De cara a esta temporada, el Negro nunca dudó de irse del club pese a la gran deuda que mantenían con él. Para Omar De Felippe era y es una pieza clave por su juego y experiencia y, antes de pensar en refuerzos, pidió por su renovación. Las mismas se extendieron un poco más de lo previsto por la deuda que existía y como se la podían abonar, números que había que arreglar con el juez, duración de contrato y sueldo, pero el jugador decidió cobrar la mitad de lo que venía cobrando y eso facilitó las cosas.
De esta manera, todo llegó a un final feliz y Figueroa sigue disfrutando de jugar en Newell’s. Las lesiones en uno de los mejores momentos de su carrera impidieron que hoy esté posando con una remera con un número mayor, pero nunca bajó los brazos y está muy contento de haber conseguido ese logro. La foto refleja su felicidad y también lo demuestra en la cancha, dándole una exquisita asistencia a Héctor Fértoli en el partido del viernes ante Independiente.
¡Felicitaciones Negro!
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