Nos vemos en una situación donde “esperamos” por la llegada de un jugador, que tampoco cuenta con un resonante nombre, el cual “ya firmó” su contrato con la Institución. Y aunque hoy en Newell’s, desgraciadamente, ya nada nos debería sorprender; siempre podemos ir un poquito mas allá y seguir dejando la lógica de lado para mostrar que la desprolijidad prima ante varias situaciones.
El día 12 de julio de 2017, desde las redes sociales y la pagina web del Club, dieron a conocer la contratación de “Giovanni Zarfino”, un uruguayo de 25 años que jugaba, o juega, o habría jugado en Danubio. Días antes había arribado a Newell’s Mauro Guevgeozián, y la llegada doble en una semana ponía buenas expectativas en el comenzar del mercado de pases Leproso; pero… Si, siempre hay un “pero”.
Días más tarde, directivos del Danubio comenzaron a decir que si bien el jugador había firmado con Newell’s, y posado con la casaca Rojinegra, con ellos nadie había oficializado nada. Finalmente el jugador habría sido comprado por un “grupo inversor” y en este momento espera por los papeles para jugar en el Extremadura de la tercera, si tercera, división española.
Por otro lado, entre cancha y cancha de Bella Vista; la potestad de Juan Manuel Llop es que se lo esperará para ver si llega a Newell’s para el fin de semana entrante.
Y mientras el Chocho, mirando de reojo su carpeta, aguarda: Guillermo Silveira, representante del jugador, dice, en cada medio que puede hacerlo, que el jugador difícilmente termine jugando en la Lepra.
En cuestiones comunicacionales el Club no dijo, aún, nada al respecto; y por lo pronto la publicación donde rezaba sobre la llegada de Zarfino dejó de estar en la pagina web de la institución. Para los escépticos, el link de la web oficial era ESTE.
Se daba la llegada del Carlos “El Pibe” Valderrama a la Lepra, fotos, “firma”, entrevistas y hasta una pseudo rueda de prensa. Al otro día el colombiano estaba de vuelta en su pagos y sin ningún tipo de vinculo con la Lepra.
Oficialmente, el jugador argumentó que el presidente del Club le había prometido un “dinero en mano”, y como este dinero nunca apareció tomó la decisión de irse. Tampoco podemos decir que la palabra de López era muy de fiar que digamos.
En fin, tiempo mas tarde se supo que el jugador no jugó con la camiseta de la Lepra porque el intermediario del fichaje había estafado al Banco de Santiago del Estero y que por ello tuvieron que irse como si hubiesen entrado vía puerta giratoria.
Planeta Newell’s.