La Lepra ya no puede aspirar al premio mayor. Atrás quedó la posibilidad de pelear por el título y clasificar a la próxima Libertadores. Jugar la “Zona de Complementación” es un castigo. Se trata de una instancia que, vulgarmente y en el lenguaje futbolero, se puede denominar como la “ronda de perdedores”. Sin embargo, lejos de dar por finalizado el año futbolístico, en el horizonte cercano se confirmó, casi en un abrir y cerrar de ojos, un nuevo desafío a disputar en el corto plazo: los 32avos de la Copa Argentina. Claro que en otro momento se trataría de una afirmación absurda. Pero, en este contexto, hay sobrados motivos que indican que el partido ante Sportivo Peñarol de San Juan es más relevante que el choque contra el Tomba.
En primer lugar, se tratan de dos competencias que otorgan premios dispares. En la Copa Maradona, el mayor galardón que puede obtener Newell’s es clasificar a la Copa Sudamericana 2022. Para ello, lo espera un largo camino y varios obstáculos que sortear. Mientras que la Copa Argentina concede un boleto para la Libertadores 2022 para quien se quede con el título. Solo seis partidos separan a los equipos participantes de conquistar un trofeo y jugar la competencia más anhelada en todo el continente.
Las referencias cercanas no engañan: a la Lepra este certamen siempre se le hizo cuesta arriba. Desde que se reanudó en 2011, Newell’s está en deuda. Tiene un compromiso con la historia para cambiar la imagen, dejar atrás los fracasos anteriores y protagonizar la Copa Argentina hasta el final. Su mejor participación fue hace dos años cuando llegó a cuartos de final. En el resto de las ediciones coleccionó duras e inesperadas derrotas ante equipos del ascenso y de menor relieve.
La Lepra sufrió traspiés ante equipos como Patronato (2011), Talleres (2013 y 2014) – que en ese momento deambulaba por torneos federales-, Chacarita (2015), Deportivo Morón (2016) y el año pasado ante Villa Mitre. Sin dudas, se trata de un torneo esquivo. Fueron frustraciones de todos los colores, ante equipos de diversas categorías e incluso en diferentes contextos del club. A juzgar por los antecedentes, es innegable que a NOB le ha costado los partidos a eliminación directa contra rivales menores. Y en este tipo de encuentros los equipos que se presumen favoritos tienen más para perder que para ganar. Por los antecedentes, la importancia del objetivo y la irregularidad del equipo de Kudelka, no sería oportuno subestimar a ningún rival.
Lógicamente, el Rojinegro está en condiciones de vencer a ambos rivales, sencillamente porque tiene mayor poderío futbolístico que ambos. Pero también es cierto que el equipo juega con un arma de doble filo. Si ya se catalogó como decepcionante la actuación en la Copa Maradona, una eventual y tempranera eliminación en Copa Argentina certificaría que los últimos meses del 2020 fueron un fracaso deportivo.
Una hipotética victoria ante los mendocinos no aseguraría el primer puesto de la clasificación para jugar un duelo directo ante el líder del otro grupo. Y, por el contrario, una derrota tampoco marginaría a Newell’s de seguir compitiendo. Pero lo que está claro y no arroja dudas es que el duelo ante Sportivo Peñarol en San Nicolás puede marcar sentencia. Un golpe imprevisto sacudiría el avispero en el mundo leproso. Y dar un paso al frente implicaría generar los primeros cimientos para, de una buena vez, ilusionarse con cambiar la racha y dejar atrás tantos sinsabores.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s