Y un día llegó la primera caída del ciclo Bidoglio. Newell’s sucumbió ante un River muy superior en un trámite que tuvo mucho ritmo y que lo mostró al rojinegro sufriendo el partido durante muchos pasajes del partido. La acertada estrategia de Marcelo Gallardo sumado a un inicio con titubeos de la Lepra le permitieron al Millonario adquirir una dinámica favorable que Newell’s nunca pudo torcer. A continuación, se analizan los pormenores en cuanto a rendimientos inviduales de los protagonistas.
Alan Aguerre: Después de muchísimos partidos siendo figura y sosteniendo resultados, se encontró con su primer partido flojo. Pasividad en el primer gol al igual que toda la defensa y responsabilidad directa en el tercero, donde se arroja muy desarmado a desviar el remate de Ferreira, donde también sorprendió la barrera formada sólo por Alexis Rodríguez. Esta actuación no empaña su gran momento pero volvió a encender las alarmas de un pobre rendimiento defensivo.
Facundo Nadalín: Noche negra para el joven lateral. El plan de Gallardo incluyó el posicionamiento de De la Cruz a sus espaldas, con la premisa del uruguayo de estirarlo y buscar siempre el duelo mano a mano. Sufrió toda la noche ese emparejamiento y quedó privado de poder incursionar en ataque, faceta en la cual había sobresalido ante San Martín de San Juan.
Teodoro Paredes: Cuando los delanteros rivales ejercieron presión en la salida, la orientaron en función de que el paraguayo quede abocado a tener que salir jugando. Allí sus deficiencias técnicas quedaron al descubierto en un primer tiempo donde Newell’s casi no pudo salir jugando, sólo lo hizo a través de pelotazos largos y/o cruzados. En lo estrictamente defensivo, tuvo pocas distracciones pero las pagó caras.
Fabricio Fontanini: Dificultades por arriba y por abajo para desactivar ataques. No transmitió seguridad más allá de algunos cruces con éxito sumados con errores de lectura en algunas jugadas puntuales como la del penal cometido: lo bajó a Ferreira sin tener en cuenta que el volante enganchó para su pierna menos hábil y que Rivero llegaba desde atrás para cruzar.
Mariano Bíttolo: El punto más flaco de la defensa. No encontró la forma de tomar las subidas de Mayada en ningún pasaje del partido. Volvió a mostrarse inseguro en una actuación con coberturas tardías y muchos errores no forzados con pelota dominada. Poca actividad en ataque. Queda la sensación de que la poca competencia en su puesto por estos días (lesión de Ferroni) termina perjudicándolo con el correr de los partidos.
Jerónimo Cacciabue: Los jóvenes volantes sufrieron el trámite del partido ante un rival tan asfixiante y punzante. En esa sintonía no pudo hacerse eje de la mitad de la cancha y pasó mucho más tiempo en la misma línea de Rivero que desprendiéndose en ataque. Recién en el complemento se vio al Cacciabue de los últimos partidos, con cancha de frente y panorama, pero las dificultades para conectar con los de arriba persistieron.
Braian Rivero: Bloqueado para ser salida producto de la presión de River, el “Kiwi” flotó durante esa primera etapa en la mitad de cancha buscando su lugar para participar del juego, pero no lo logró. Se superpusieron con Cacciabue en muchas ocasiones y las pocas opciones para jugar en corto conspiraron contra los circuitos internos de juego, aspecto el cual en el segundo tiempo recién hubo una mejoría. Fue el más efectivo con los pases (42 completados con 77% de efectividad) y no perdió pelotas comprometidas en la mitad, pero tampoco recuperó.
Mauro Formica: Muy apagado. Poco constante para presionar (descoordinados con Fydriszewski) y excesivamente errático en la toma de decisiones, Newell’s sintió mucho su bajo nivel. Lo mejor del “Gato” se vio en las pocas recuperaciones altas que la Lepra pudo completar (una de ellas, el gol de Alexis) con espacio para pensar y en algunas combinaciones interesantes a un toque durante el complemento. Se esperaba más de el ante la ausencia de Maxi y no pudo levantar ese pagaré.
Cristian Insaurralde: Todo lo bueno que había insinuado en el partido ante los sanjuaninos quedó en tela de juicio con su actuación de ayer. A destiempo de las jugadas, muy impreciso a la hora de asociarse y decidiendo mal en las pocas intervenciones con campo abierto que el partido le dejó. En el complemento, Bidoglio movió piezas y lo ubicó al ex-América como ‘9’, donde desde allí pudo apenas inquietar con algunas diagonales interesantes. Pese a ello, fue uno de los puntos más bajos de la noche.
Francisco Fydriszewski: En su regreso a la titularidad sufrió el mal nivel colectivo en general y no pudo destacarse, pero aún así demostró cosas interesantes. Como por ejemplo, que es el delantero del plantel más habil para generar espacios. Ya sea por forcejear o descargando rápido, casi siempre se las arregla para que surjan jugadas. Tanto él como Alexis tienen características que a un equipo con las dificultades de convertir como Newell’s no le pueden faltar.
Alexis Rodríguez: Partiendo desde la banda izquierda volvió a anotarse en la red y tuvo tres ocasiones de gol, pero en este escenario su labor requería ejecutar la doble función del extremo moderno. Desatento en los retrocesos y con poco oficio para marcar en ataque, una de las claves de por qué Mayada contó con tantas libertades por su sector. Pese a ello, su ímpetu para jugar y la efectividad que muestra de cara al arco son tópicos que no se pueden pasar por alto.
Víctor Figueroa: Ingresó para unir a través de sus pases a un equipo estirado y que se partía fácil y lo logró por momentos. Mezcló combinaciones interesantes y una asistencia precisa con pelotas perdidas no forzadas en la mitad de la cancha. Como ya se ha escrito algunas veces, Newell’s debe evitar caer en la dependencia del “Negro”. Por su nivel actual y características, no es una garantía.
Aníbal Moreno: No gravitó. Poca participación en el trámite.
Luís Leal: Ingresó con la faena liquidada y apenas tuvo tiempo para intervenir. Aún así, encontró una habilitación precisa de Figueroa que él mismo cambió por gol tras una sobrada definición.
Héctor Bidoglio [DT]: Se demoró, pero su primer caída al mando de Newell’s llegó. Y en un partido donde, por momentos, la forma de caer fue demasiado categórica. Un cotejo que arrancó torcido de entrada nomás, con la Lepra muy pasiva concediendo en pelota parada en apenas 2 minutos de juego. Desde allí, River con personalidad, jerarquía y un nivel táctico superlativo lo dominó de la forma que Central, Boca y San Lorenzo no pudieron. Y en ese escenario poco pudo tocar el entrenador rojinegro para torcer la historia. Newell’s no encontró el antídoto para sobreponerse a la presión de River. Lo que fueron pasajes aislados contra San Martín se convirtió en una constante en el Monumental: pelotazos largos como única forma para salir. Y allí el Millonario tenía todo claro: recuperar en segundas jugadas, asociarse rápido con Pérez y Zuculini y lastimar a Newell’s con sus carrileros estirados (De la Cruz y Mayada). Apenas un movimiento en el complemento apaciguó la superioridad rival, pero no alcanzó: el nivel de acierto del local y los errores propios definieron las cosas. De esta manera, la primer cachetada al ciclo de Bidoglio se hizo presente y, tal como marcó el DT en conferencia, “servirá para aprender”. Sigue siendo muy valorable el progreso de Newell’s desde que Héctor Bidoglio es el DT, aunque en este caso, el nivel del plantel volvió a darle un baño de realidad al cuerpo técnico y dirigentes. Los ajustes de Bidoglio están ayudando, pero la reconstrucción de un equipo seguirá dependiendo de muchas más variables.
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