La sensación que quedó es que Newell’s perdió mucho más que tres puntos. Perdió la línea de juego que venía mostrando y muchas piezas importantes de cara a lo que viene. No fue bueno el partido de los dirigidos por Héctor Bidoglio, que pagó caro tanto errores que arrastraba de partidos anteriores como decisiones desafortunadas en el transcurso del trámite. Del otro lado hubo un buen Talleres que tanto con 11 jugadores como con 10 mantuvo argumentos más sólidos con la pelota en los pies. A continuación, la lupa puesta sobre cada uno de los protagonistas de una derrota que hace mucho ruido.
Alan Aguerre: Retomó el nivel que había interrumpido el sábado anterior en Núñez. Solventes intervenciones en distintos pasajes del partido que sostuvieron el pobre nivel del equipo en cuanto a conductas defensivas. A la hora de la salida, abusó del juego en largo ante un contexto poco amigable para encontrar salida por abajo.
Facundo Nadalín: No desentonó en los duelos pero estuvo muy errático a la hora de tocar y pasar al ataque. Durante la primera parte, a su impresición se le sumó que Fernando Bersano lo estiró por su sector para que Palacios y Dayro Moreno exploten ese espacio entre lateral y central. Un movimiento que River con De la Cruz explotó y que Talleres volvió a usufructuar porque desde el cuerpo técnico de Newell’s no hubo ajuste.
Teodoro Paredes: No tuvo problemas en los duelos aéreos, donde despejó y se impuso en la mayoría de los cruces. Sin embargo, los movimientos de los dos delanteros de la T lo obligaron a salir lejos de su zona y allí se vieron muchísimos errores de posicionamiento y de desincronización con Fontanini.
Fabricio Fontanini: En la misma tónica que su compañero de zaga, sufrió la poca referencia que Sebastián Palacios y Dayro Moreno le dieron a los ataques tallarines. Es tardía su cobertura en el tanto del empate cordobés.
Mariano Bíttolo: De mayor a menor. Inició con un par de trepadas interesantes en un contexto de un Newell’s que no podía conectarse con el juego. Sus interesantes movimientos comenzaron a ser cada vez más intermitentes, hasta que pasada la media hora del juego volvió a ser el Bíttolo inseguro y frágil de los últimos partidos. Error de lectura en la génesis del empate de Talleres: descarga erróneamente con un Alexis Rodríguez marcado entre dos hombres que posibilita que Nahuel Tenaglia robe y se proyecte por su zona despoblada para asistir a Palacios. Su lesión en el segundo tiempo casi que le pone fin a su temporada de altibajos.
Jerónimo Cacciabue: Su expulsión terminó empañando un partido suyo muy complejo de analizar. En un Newell’s inconexo durante toda la tarde, ejecutó pelotas largas muy interesantes para activar ataques directos. Sin embargo, estuvo incómodo durante todo el partido. Los movimientos de los volantes de la T sumado a un flojo nivel colectivo de la Lepra a la hora de jugar lo mostraron a Jerónimo con pocas opciones de pase y siempre quedando mal parado en los retrocesos. En la jugada de la expulsión llegó tarde y Nicolás Lamolina fue riguroso.
Braian Rivero: Demostró que mejora partido a partido sus aptitudes con pelota dominada: simple y preciso a la hora de jugar, conducir y distribuir, ayer con 82% de precisión en sus pases. Sin embargo, cometió errores a la hora de tomar los movimientos de los volantes rivales, fundamentalmente los de Tomás Pochettino. Al revés de lo esperado, el ingreso de Ribair lo terminó por desordenar.
Lisandro Alzugaray: Un partido discreto y tímido del volante que entró de último momento para suplir a Formica. En los duelos individuales perdió casi siempre y estuvo muy estático para posicionarse como opción de pase. Por el sector en el que se ubicó el partido le pedía más determinación para hacerse eje y no la tuvo. Apenas una ruptura interesante al espacio yendo a cabecear fue la única incursión ofensiva suya. Muy poco para un volante ofensivo dentro de esta estructura.
Luís Leal: Su mejor partido del semestre y de toda la Superliga 2018/19 en ataque y en defensa. Le cayó bien recostarse sobre la derecha porque pudo estorbarle la salida a Enzo Díaz y recibir mano a mano contra el defensor con ventaja para su pierna hábil. El gol en su primera intervención clave le dieron una confianza que hace rato no tenía. Sin embargo, Alexis Rodríguez y Alzugaray lo buscaron poco después de esa jugada. Su ímpetu se fue apagando en el complemento al igual que todo el equipo.
Alexis Rodríguez: El abuso de Newell’s en el juego largo lo tuvo a maltraer durante toda la tarde el duelo contra Juan Cruz Komar. Pocas veces pudo zafarse de esa marca y mezcló intervenciones interesantes con cierto egoísmo en muchos ataques. A su entrega y despliegue habitual hoy le faltó claridad para tomar las decisiones correctas.
Víctor Figueroa: Al que peor le sentó el dibujo del DT se la rebuscó para ser uno de los puntos altos. Recostado sobre la izquierda y con Nahuel Tenaglia estirándolo constantemente, cuando pudo hacerse con la pelota la movió con criterio. Pase clave en el inicio del gol leproso y descargas interesantes con la cancha de frente. El 4-3-3 con Alzugaray por dentro lo terminó reduciendo a apariciones esporádicas y ahí se explica -en parte- el poco juego de Newell’s.
Mauro Formica: Su ingreso no movió el amperímetro en absoluto porque Newell’s ni atacó mejor ni se pudo hacer con la pelota, fallando en pases puntuales con el equipo volcado al ataque. Se lo vio faltó de ritmo y a contrapie en muchas jugadas. Sin embargo, con el partido en desventaja fue el único que incomodó a Guido Herrera con dos furibundos remates.
Juan Freytes: Ingresó de emergencia e intentó gravitar en ataque con algunas proyecciones. Sin embargo, el dominio de Talleres en los últimos minutos y la inferioridad numérica por su sector lo expusieron.
Ribair Rodríguez: Debutó oficialmente y su nivel fue para despedida. El uruguayo ingresó con la premisa de acomodar la mitad de cancha y auxiliar a Rivero. Sin embargo, en sus pocas intervenciones se lo notó falto de ritmo y muy disminuído físicamente, la jugada del gol lo delató increíblemente: no pudo sostenerle el eslálon a Gonzalo Maroni y el volante del sub-20 se metió sin oposición en el área. Tanta fue la diferencia del ex-Belgrano con el resto de los futbolistas que en 4′ minutos se fue expulsado por dos infracciones en las que llegó tarde y a destiempo. Sin precedentes en los últimos años.
Héctor Bidoglio [DT]: Si la derrota ante River fue categórica por la eficacia del rival y lo puntual de los errores leprosos, la de este sábado lo fue por lo accidentado del cotejo y la cantidad de errores no forzados del entrenador en la gestión desde el banco. Un Talleres superior inquietó siempre al plan de juego de Newell’s, que por primera vez en este ciclo se vio verdaderamente inconsistente. Distancia entre líneas, poca movilidad y casos de jugadores a los que se los vio muy incómodos dentro de la estructura, como Nadalin, Figueroa o Alexis Rodríguez. Y por si fuera poco, una dirección desde el banco de suplentes que perjudicó aún más el rendimiento del equipo. Llamó la atención el ingreso a la primera de Mauro Formica, teniendo en cuenta que no había sido titular porque no estaba para jugar. También la salida de Figueroa, que con sus intermitencias era lo más claro a la hora de generar. Y el ingreso de Ribair Rodríguez que terminó exponiendo al DT, con una actuación anticompetitiva que no se condijo con las supuestas condiciones que se le vieron al jugador durante los entrenamientos. Muchos errores no forzados ante un rival que ejerció su superioridad. Quedará por delante una semana compleja para el cuerpo técnico de Héctor Bidoglio, con el objetivo de levantar el ánimo del plantel y fundamentalmente, rearmar la mitad de la cancha casi desde cero. Aún sin tapar lo bueno que se obtuvo hasta aquí, la coyuntura comienza a condicionar las decisiones del DT.
Planeta Newells | A Dos Canchas