No iba a ser una noche amigable en el Parque Independencia. La bronca contenida se podía sentir en el ambiente y desde el minuto 0 el ánimo de los hinchas así lo hizo notar. En ese escenario de reproches y amenazas, un Newell’s versión interina saltó al campo con la premisa de ganar, ante un rival directo y para despedir el 2018 con una sonrisa. A continuación, el análisis uno por uno de cada uno de los protagonistas.
Alan Aguerre: Otra vez determinante para sostener un triunfo. Ya había tenido una atajada magistral en la primera etapa ante Lautaro Comas, disipada por un off-side. En la última bola se las arregló para desviar el remate de Mauricio Sperduti. Actuaciones como estas lo empiezan a posicionar como un referente del plantel, por rendimiento y personalidad.
Facundo Nadalín: Transmite sensaciones similares a las de Franco Escobar. Un chico de la casa que no termina partido sin aportar su plus de garra y entrega. En esta ocasión no estuvo lúcido con balón y fue muy exigido por las trepadas de Comas.
Stefano Callegari: Por bajo estuvo a la altura, pero volvió a quedar expuesto en cuanto a la táctica fija. Perdió la marca en reiteradas ocasiones, el principal problema que tuvo Newell’s durante todo el partido.
Fabricio Fontanini: El bastión más destacable de una defensa que fue exigida y sufrió por alto durante todo el partido.
Mariano Bíttolo: Nuevamente volvió a conceder en el aspecto defensivo, fundamentalmente con pérdidas con el equipo fragmentado y volcado al ataque. Sin embargo, cuando se proyectó lo hizo con criterio como casi siempre en sus presentaciones. Salió lesionado en el amanecer del complemento.
Jerónimo Cacciabue: A sus espaldas tanto Facundo Barceló como Gabriel Carabajal encontraron ventajas en el primer tramo del partido, durante esas primeras transiciones donde Newell’s sufrió por no estar organizado cuando el rival logró saltear la presión en la primera línea. En el segundo tiempo levantó su producción en consonancia con el rendimiento de Rivero y la sapiencia de Formica y Figueroa para conducir. Se necesitan mutuamente con Rivero y Figueroa/Formica para complementarse.
Braian Rivero: Durante la primera etapa se lo vió incómodo al no contar con una figura posicional por detrás suyo, producto del desorden a la espalda de Cacciabue. Cuando logró soltarse fue fundamental para que Figueroa se ponga el traje de conductor y Formica se active entre líneas. Junto a Cacciabue se auxiliaron mutuamente, en cuanto al despliegue ambos hablan el mismo lenguaje.
Víctor Figueroa: Arrancó tirado por banda y durante esos primeros pasajes los laterales del Patrón tuvieron vía libre para pasar al ataque. La mejor versión del Negro se ve cuando tiene que conducir las transiciones por dentro, como en la segunda etapa. Para un jugador que cada vez domina menos registros del juego, una actuación tan determinante (asistencia a Fértoli y 7 pases claves en zona de definición) lo hace ganar terreno en la consideración.
Mauro Formica: Su influencia se limitó a jugadas en la primera parte. Sin embargo, cuando el partido ingresó en el callejón de las urgencias sacó a relucir todo su oficio. Pelota al pie, cabeza levantada y una notable entrega para recuperar post-pérdida. Entendió el contexto del partido y demostró reacción luego de una muy mala experiencia en Mar del Plata.
Héctor Fértoli: Una actuación parecida a la de sus primeros partidos con De Felippe. Mucha movilidad para ser siempre opción de pase a los costados de Figueroa y Formica. A diferencia de los últimos partidos, buscó menos el duelo individual y optó por ubicar a Fydriszewski en posiciones favorables. Ante el infortunio del Polaco y el bajo nivel de Leal y Oviedo, es el único ofensivo del plantel que demuestra ser determinante en zona de definición. Ya lleva 4 en esta Superliga.
Francisco Fydriszewski: Cumplió en la primera etapa con su función de estirar al rival, otorgar referencia y encabezar la presión, todos tópicos en los que Leal flaqueó en el último tiempo. En el segundo tiempo aparecieron los espacios y no estuvo fino en la toma de decisiones. Aún así, demostró por qué debe ser titular.
Leonel Ferroni: Ingresó por la lesión de Bíttolo y pudo ordenarse a través de correctas intervenciones y un gol de Fértoli que transmitió confianza a todo el equipo. Quedar desarmado luego de ir a presionar, una falencia que se manifestó ayer y que ha demostrado en varios partidos.
Alexis Rodríguez: Casi no gravitó. Se lo notó algo cansino cuando le tocó reemplazar a Fydriszewski. No sintió ser la referencia de ataque y logró ordenarse cuando terminó por ir a cubrir la banda, luego del calambre de Figueroa.
Teodoro Paredes: Ingresó para generar la superioridad 3 vs. 2 sobre los dos centrodelanteros del Patrón. Aportó apenas una conducción interesante en mitad de cancha y no pudo corregir el déficit aéreo que presentó Newell’s en todo el partido.
Héctor Bidoglio: Su interinato comenzó con un triunfo que Newell’s trabajó más desde lo anímico que desde lo táctico. De Felippe acusó falta de respuesta en el entretiempo marplatense y la incógnita era saber de qué manera aparecería en este contexto. El ritmo futbolístico que por momentos impregnaron Figueroa y Formica tuvo asidero en la juventud hiperquinésica de Cacciabue, Rivero, Nadalin y Fértoli. Acertó al inclinarse por Fydriszewski y le transmitió confianza a Callegari. No subestimó a un rival que llegaba con la moral en alza y tuvo lucidez táctica para corregir con los cambios. Rodriguez para ventilar el ataque y Paredes para no quedar mano a mano en defensa. Eso sí, deberá profundizar sobre su plan de juego para encarar el partido con Tucumán. Por momentos, lo planteado ofensivamente careció de argumentos para sostenerse durante los pasajes del juego. No obstante, un interinato de estas características se mide en pequeños detalles: activar la moral de los futbolistas y que éstos levanten la mano, y la cabeza.
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