Alan Aguerre: Terminó convirtiéndose en la figura sobre el final del partido con dos atajadas importantes. Además, demostró seguridad en los envíos aéreos, la máxima virtud del rival. Por si quedaban dudas de su rendimiento, arrancó el año en alto nivel y con varias respuestas eficientes en escenarios complejos.
Facundo Nadalín: Tuvo más vocación ofensiva que Bíttolo y menos prolijidad. Cometió algunas faltas propias de la adrenalina del juego y en el primer tiempo sufrió algunas trepadas por su sector.
Stefano Callegari: En su debut en los clásicos redujo a Zampedri a jugadas en lo que fue un duelo arduo entre ambos. Supo manejar la presión de ser el iniciador del juego, pese a no tener muchas opciones de pase. Se lo notó más incómodo cuando tuvo que ir sobre Riaño y con el ingreso de Becker de media-punta. Se expuso pegando una patada artera en el primer tiempo que bien pudo haberlo comprometido.
Fabricio Fontanini: Inexpugnable por vía aérea, aportando seguridad con sus despejes. Sufrió el ingreso de Becker que se posicionó entre líneas y lo obligó a tener que salir a achicar y quedar expuesto. En el segundo tiempo, se animó a trasladar más con pelota dominada y, si bien las jugadas se diluyeron, le agregó una variante a los anunciados ataques.
Mariano Bíttolo: A diferencia de otros partidos, se lo notó inseguro y con poca sincronización para proyectarse. Después de un primer tiempo correcto en la marca, el ingreso de Lovera lo complicó: el juvenil de Central se dispuso a atacar su espalda y allí se vieron sus peores minutos, con pérdidas en la salida y en los duelos.
Braian Rivero: El 96% de efectividad en las entregas grafica su partido: correcta labor como 5 posicional, al márgen de algunas pérdidas. Sin embargo, la mayoría de esos pases fueron hacia atrás o laterales, y no significaron peligro para la estructura del rival. La falta de apoyos de los laterales y lo estáticos que estuvieron los ofensivos tuvieron que ver.
Jerónimo Cacciabue: Newell’s arriesgó poco para llevarse el partido y Cacciabue fue la prueba cabal. A diferencia de partidos anteriores, casi no aportó rupturas ni desprendimientos para llegar al área. A su orden para presionar y retroceder le faltó agregarle el desorden para activar los ataques.
Víctor Figueroa: Un partido para olvidar rápidamente del Negro. Nunca encontró su lugar en el circuito de juego propuesto por el DT y tanto por afuera como centralizado no ofreció ventajas para la posesión. En varios pasajes, la indecisión y el no encontrar receptores lo hizo cometer pérdidas que dejaron mal parado al equipo. Sin embargo, su salida en el entretiempo no mejoró el nivel colectivo.
Mauro Formica: Le costó mucho imponerse ante la férrea marca que Bauza pensó para el. No encontró socios a sus costados como en los partidos anteriores y a la hora de tomar decisiones en 3/4 de campo lo hizo mal. En el complemento, Newell’s dejó de ser peligroso cuando la pelota pasó lejos de él. Aún así, fue uno de los pocos que intentó darle continuidad a los ataques.
Maxi Rodríguez: Su intermitencia se explica en lo poco que generó Newell’s. Recostado sobre la izquierda, no contó con los apoyos de Bíttolo y la sociedad con Formica no funcionó entre las muchas piernas de los rivales y el poco espacio generado. De sus pies siempre sale peligro, pero de espaldas al arco y más cerca de Rivero que de Leal, su influencia es nula.
Luís Leal: Pese a que no cumplió con las expectativas como referencia, se mostró menos displicente que en los últimos partidos. La Pantera obligó a los rivales y buscó autogenerarse espacios ante la poca actividad de los ofensivos. La intermitencia de los circuitos de juego lo obligaron al portugués a tener que oficiar de receptor de pelotas aéreas, algo que en sus 41 partidos con Newell’s ya demostró que no es su fuerte. Tuvo en sus manos la ocasión más clara del partido para el local.
Cristian Insaurralde: Le propuso un interesante duelo individual a Parot cuando ingresó para el complemento. Sin embargo, la poca claridad del complemento lo redujo a esporádicas apariciones.
Alexis Rodríguez: Se ubicó como 9 y su ingreso coincidió con el peor momento de Newell’s durante el partido. No gravitó.
Joaquín Torres: Casi sin intervenciones, exceptuando un remate desde afuera para sacudir el amperímetro.
Héctor Bidoglio [DT]: En su primer partido clásico como entrenador, su plan de juego no pudo ir más allá de lo que Central permitió. Entre el contexto y los flacos 25 minutos de tiempo neto que Abal dejó jugar, a Newell’s le sobró paciencia para construir desde el fondo pero le faltó determinación y convencimiento para asociarse en campo rival. Pocas variantes para dañar a un rival que optó por replegarse y al que el rojinegro casi no pudo generarle situaciones nítidas.Hubo un antes y un después de la lesión de Fydriszewski que se evidenció ya en el complemento ante Boca y que no pudo corregirse ni en Santa Fe ni aquí. Sin el Polaco la presión no se ejecuta de la misma forma y en los segundos tiempos las características propias de los delanteros hacen que la intensidad baje considerablemente. De todas maneras, la Lepra supera un arranque de año complejo sin caídas -hasta aquí- y con la cualidad de ser competitivo a pesar de encontrarse en plena reconstrucción. Mucho tiene que ver la mano del DT en esta mejoría conceptual (y de momento, en resultados) y estos 9 puntos de 15 serán clave a fin de cuentas.
Planeta Newells | A Dos Canchas