Luego de una semana convulsionada, la tensión quedó aplacada al menos un rato. Newell’s volvió al triunfo ante su gente y contra un rival de peso, que si bien lo complicó durante algunos tramos del partido, nunca pudo terminar de imponer condiciones ante la estructura propuesta por Bidoglio. El entrenador leproso apostó por reestructurar la mitad de cancha para renovar los circuitos de un sistema que había colapsado en el duelo ante Villa Mitre. A continuación, el análisis del partido individual de cada actor.
Alan Aguerre: Actuación sobria y segura ante un rival que en el primer tiempo complicó con sus embates. Poco que hacer en el tanto del Globo e inexpugnable a la hora de desactivar los centros cruzados.
Facundo Nadalin: El joven lateral fue menor a mayor, redondeando su actuación con un inicio dubitativo y un cierre en alto nivel. Sufrió en la primera etapa los movimientos de Lucas Gamba y las proyecciones de Wálter Pérez. Sin embargo, tras el segundo gol leproso pudo asentarse y culminar la jornada mezclando proyecciones interesantes con firmeza en los cruces y retrocesos.
Teodoro Paredes: El paraguayo protagonizó un primer tiempo para el olvido, con errores no forzados que se traducieron en situaciones de gol (y un gol) para el rival. Volvió a exponer sus falencias a la hora de marcar en ataque y de posicionarse a campo abierto, con el equipo desplegado en ataque. Un déficit que en los zagueros se ha repetido a lo largo del semestre. En el complemento, el posicionamiento de Requena y la inofensividad de Huracán lo ordenó.
Fabricio Fontanini: Al igual que su colega en la zaga, volvió a exponer sus dificultades para jugar con campo abierto. Defender espacios amplios no es tarea sencilla y en esta faceta todos los centrales del plantel de Newell’s tienen dificultades. No obstante, estuvo acertado en el juego aéreo y a la hora de auxiliar a Ferroni.
Leonel Ferroni: El juvenil tuvo desprolijidades a la hora del retroceso y las transiciones que se compensaron con interesantes incursiones por su andarivel, sin tanta profundidad a la hora de las subidas pero con claridad para brindar apoyos a Rivero y Formica por el sector izquierdo. Nuevamente, una lesión lo termina privando de culminar un partido.
Juan Manuel Requena: Su inclusión mejoró la circulación. El juvenil tuvo un partido correcto, pese a que en algunos pasajes sufrió los posicionamientos de Andrés Roa y Gamba a sus espaldas y costados. En la jugada del gol quemero, perdió en el emparejamiento individual ante Andrés Chávez. Sin embargo, se lo notó seguro yendo a presionar y con la pelota en los pies se lo notó afinado. 81% de efectividad en los pases y una presencia muy activa por los distintos sectores de la medular. En el complemento, se ubicó como tercer central tras el ingreso de Lucas Barrios y le brindó seguridad a la zaga.
Jerónimo Cacciabue: Comenzó impreciso y con el correr de los minutos empezó a pisar fuerte. Al principio le costó ejecutar la presión post-pérdida y en algunos adelantamientos fue eludido por los ataques del equipo quemero. Sin embargo, la mejoría de Newell’s tuvo su razón de ser en las funciones que le tocó ejecutar. Más libertad para pisar el área y mejor panorama con la pelota en los pies que le permitieron conectar mejor con los delanteros y adquirir más protagonismo en el juego asociado.
Mauro Formica: Al estar bien escudado por Rivero y Cacciabue, el Gato pudo moverse con más libertad entre líneas y ejecutar movimientos de distracción y ruptura junto a Maxi. A la hora de retroceder y recuperar, el 10 recuperó esa disciplina que se había disipado en partidos anteriores. Eso sí, a la hora de conducir los ataques no estuvo fino.
Braian Rivero: Una de las novedades en los reposicionamientos planteados por el DT era el de la función de Rivero con la inclusión de Requena. El volante de Newell’s adoptó el puesto de interior por izquierda, en el que al principio le costó ubicarse pero que le terminó dando réditos al juego, tanto en ofensiva como en los retrocesos vigilando a Carlos Auzqui. Desmarque al vacío para fabricar el penal y apoyos constantes a Formica y Maxi que permitieron abrir a la defensa visitante. Otro partido sobresaliente manejando los cambios de orientación.
Maxi Rodríguez: Figura indiscutida de la noche. La Fiera se cargó el equipo al hombro primero adentro del terreno, y luego ante los micrófonos. Primero, un pase exacto para Rivero en la jugada posterior al penal, y luego se inventó un buscapié para que su primo volviera a desnivelar el marcador. Manejó los tiempos del ataque leproso. La mayoría de sus intervenciones mejoraron las intenciones leprosas y eso explica el valor de su jerarquía.
Alexis Rodríguez: Da la sensación de que sus buenas intenciones terminan siendo más que la ejecución final. Sus movimientos por todo el frente de ataque le permiten a la Lepra ventilar y despistar a los defensores, pero le quitan al equipo referencia y presencia en los tramos donde la posesión necesita certeza. Su determinación de cara al gol ya es indiscutible. Volvió a convertir y junto a Leal se erigieron como las cartas más fiables en cuanto a la efectividad tras esta tormenta sufrida.
Víctor Figueroa: No gravitó.
Juan Freytes: Ingresó por la lesión de Ferroni y casi no tuvo ingerencia en el resultado.
Luís Leal: El portugués ingresó e intervino poco pero en su poca actividad pudo darse el lujo de convertir un gol y disponer de un mano a mano donde Antony Silva le adivinó la intención. Sirvieron sus desmarques al vacío ante una defensa del Globo muy adelantada.
Héctor Bidoglio [DT]: Después de una semana fatídica, donde tomó la decisión de renunciar y lo convencieron a que siga, tuvo la claridad para ajustar en la medular y que ese cambio signifique un pequeño impulso. Incrustó a Requena entre Cacciabue y Rivero, con el objetivo de desprender a estos dos últimos para que pudieran situarse más adelante y que la pelota le llegue mejor a los delanteros. A ambos volantes les sirvió la figura de un cinco posicional para poder imprimirle vértigo y dinámica al circuito sin que el equipo se quede sin contención. En el complemento, la variante de incluir a Requena entre centrales surtió el efecto buscado: Huracán no pudo lastimar con su doble nueve. La presentación del rojinegro supuso una muestra de carácter ante un clima que, en la previa, tendía a enrarecerse. Quedará el choque en Banfield para buscar cerrar la Superliga con una sonrisa y romper el estigma que se ha generado jugando de visitante. El re-interinato de Bidoglio volvió a funcionar, al menos, para hacer valer la localía.
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