La última jornada de la Zona 4 tuvo a Newell’s como partícipe pero no como protagonista. Boca, Vélez y Talleres se disputaron dos lugares para la Zona Campeonato y la Lepra solo jugó por poco más que el honor. Por eso, los de Kudelka quedaron en deuda. El triunfo ante Lanús apenas sirvió para atenuar con una pequeña dosis de alivio la performance general. Al menos se evitó el último puesto, Formica volvió al gol y Palacios ratificó sus dotes de buen futbolista. Ahora, en otra instancia, los rivales serán de menor fuste pero las exigencias se mantendrán. Para conservar chances de jugar la Sudamericana 2022 habrá que transitar un largo periplo no sin antes corregir errores frecuentes que privaron al Rojinegro de ir en búsqueda de aspiraciones mayores.
En primer lugar, la Lepra estuvo lejos de ser un equipo fiable. En todos los partidos Aguerre o Macagno vieron cómo se infló la red de su propio arco. Once goles recibidos en seis cotejos representa una estadística esclarecedora: Newell’s fue vulnerable y frágil. Ningún equipo que busque objetivos importantes puede sostenerse con estos números. Lo cierto es que varios inconvenientes surgieron por un mal desempeño del conjunto, partiendo desde la premisa de que los delanteros son los primeros defensores, y también por fallas individuales, tal como argumentó el entrenador. Esto tiene que ver con que Fontanini y Guanini, que tuvieron varias oportunidades, no pudieron reemplazar a Lema, e incluso Gentiletti no está en su mejor momento. Para el técnico, otorgarle continuidad y confianza al platense es hasta un desafío personal. Frank lo pidió, lo respalda frecuentemente en las conferencias de prensa y también está dispuesto a ratificarlo como titular.
Otro foco de atención está en la mitad de cancha. Pablo Pérez y Julián Fernández son baluartes en la estructura. Pero el tercer mediocampista nunca logró afianzarse: Moreno está en un periodo irregular y Cacciabue recién tuvo su primera titularidad en el último partido. Mientras que, Nicolás Castro, otra de las variantes en la medular, quedó rezagado a causa del covid y antes tampoco se había ganado un lugar. Lo que en un principio se presumía como abundancia, hoy se presenta como una cuestión a resolver.
El mismo entrenador recalcó que espera “haber dejado atrás estos contratiempos para la nueva fase de la competencia”. Las ausencias se hacen aún muy notorias en torneos de rápida resolución. Y el Rojinegro tuvo varias, causadas por diversos factores, pero una despertó especial preocupación en el Planeta Newell’s. Se trata de Nacho Scocco que, a causa de una fractura de clavícula, estará marginado por lo que resta de temporada. Nominalmente, es irremplazable. Porque el plantel no cuenta con un jugador de ese calibre ni tampoco hay otro centrodelantero consolidado. Por eso Kudelka tendrá la tarea de nutrir a Maxi como ‘falso 9’. Para ello deberá alimentar al equipo de variantes ofensivas, con muchos mediocampistas que pisen el área y finalicen jugadas. Otra opción latente es darle rodaje a algún delantero juvenil pero ello conllevaría un cambio de esquema o la salida de Pancho González.
Al margen de suposiciones previas, en muchas ocasiones los titulares se consolidan luego de varios partidos. No es anormal que los equipos se afiancen sobre la marcha y a causa de constante prueba y error. Por eso, si bien es cierto que el lema “11 de memoria” puede ser contraproducente, especialmente para los suplentes, encontrar una formación confiable es determinante para lograr regularidad. En este sentido, el técnico deberá definir el compañero de zaga de Gentiletti, decidir entre Moreno y Cacciabue y hallar una solución a la ausencia de Scocco. Siempre, por supuesto, en el marco de un funcionamiento acorde y un esquema predeterminado.
La Lepra tiene la oportunidad de cambiar la imagen y terminar la Copa Diego Maradona con una mueca de sonrisa y un atisbo de esperanza para el 2021. Porque, si bien hay equipos de renombre en su grupo de la Zona Complementación, el presente de los clubes no condicen con su historia y tradición. Vélez y Racing están disputando copas internacionales y Estudiantes se encuentra en un proceso de recambio. Central Córdoba y Godoy Cruz son claramente inferiores. De hecho, de los cinco rivales, solo el Fortín sumó más unidades que los de Kudelka en la primera etapa. Lógicamente, a esta supuesta superioridad habrá que demostrarla en el terreno de juego. La historia de la institución conoce de antecedentes que indican que no se puede subestimar a nadie y que el exceso de confianza no es aconsejable.
Aunque no se colmaron las expectativas, esta es la realidad y los protagonistas tendrán que afrontarla. Es el momento de retomar el camino que el equipo transitó a principios del 2020 y hacer valer la diferencia de jerarquía. De lo contrario, la actuación de Newell’s en la Copa Maradona no pasará desapercibida y se profundizará la desilusión. Porque si bien la mira está puesta en el 2021, estos partidos que restan no pueden ser una mera transición.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s