El volante, que cumplira su 3er ciclo en la institución, habló de las expectativas que le genera esta nueva vuelta a su casa: “Contento por volver a mi ciudad, al equipo que me vio nacer. Llegó con las expectativas de siempre, de hacer un buen torneo, de dejar a Newell’s lo más alto que se pueda. En lo personal hacer las cosas bien y en lo grupal lograr cosas importantes”. Y aclaró algo que era una duda colectiva, su estado físico: “En lo físico estoy bien, estuve trabajando mucho en México. Me falta un poco de ritmo futbolístico, pero semana a semana lo voy a ir retomando. Estoy en la lista de concentrados, así que veremos si tengo algunos minutos, eso lo decide el técnico”.
Recordando que la novela “Formica”, a pesar de tener un final feliz, tuvo algunos contratiempos, el Gato se refirió al poder de convencimiento de algunos de sus compañeros: “Cuando Cristian me dio la noticia de que el juez había aprobado y que había que aceptar lo que había, no lo dude ni un segundo. Me dijo que estaba en mis manos y lo llamé para decirle que iba. Bernardello me mandaba mensajes todos los días, igual que el Negro Figueroa y el Rayo. Fue una decisión personal. Resigné muchas cosas para venir acá, pero no me arrepiento para nada porque es el club al cual amo mucho, el que me vio nacer, al cual le debo mucho”. Sobre la oferta que tuvo desde San Lorenzo, comentó: “Era difícil quedarme sin jugar al fútbol 6 meses o un año, así que en sí, estaba la consideración. Estoy muy agradecido al presidente de San Lorenzo que tuvo mucha paciencia pero en mi cabeza solo estaba Newell’s”.
Con la vuelta de uno de los hijos pródigos, las ilusiones del pueblo leproso de ver nuevamente a Maxi, Nacho y el Gato en el Coloso se encendieron, sobre esto se refirió diciendo: “A penas salio la noticia de que venía me escribieron. Estamos siempre en contacto, hay una amistad. Ojala vengan lo más rápido posible, se los necesita tanto fuera como dentro de la cancha. Son grandes personas”. Por último, dejó un mensaje para el hincha de Newell’s: “Estoy agradecido por las muestras de cariño que me han brindado. Hacía mucho que no veía a mis padres llorar de la emoción, es muy lindo, gratificante. El cariño (con el fanático leproso) es mutuo. Es lindo llegar al estadio, jugar con la cancha llena todos los partidos. Extrañaba eso”.