El joven arquero surgido en la cantera del futsal de la Lepra, ahora en Buenos Aires jugando en Barracas Central, está teniendo momentos soñados y consigo la convocatoria la Seleccion Nacional.
No es algo nuevo que Rosario sea cuna de grandes deportistas a nivel general. Y el futsal no queda exento en esa lista, con uno de los jugadores que logró dar el salto desde la Liga de Futsal de la Asociación Rosarina (ARF) hace ya un tiempo: Fabrizio Mariano, arquero campeón con Newell’s en 2014 que actualmente se encuentra en Barracas Central.
En su casa de Rosario, donde vivió hasta los 19 años, Fabri, quien estaba en una visita exprés a su familia, nos recibió para charlar sobre su pesente y lo que se viene. El joven de 21 años, que tuvo que pelear el puesto -en su arribo a Barracas- con Matías Quevedo, un histórico golero del deporte argentino, cada vez se va adaptando y asentando más a su nueva experiencia.
-Luego de dos años de llegar al club, ¿cómo estás viviendo este presente en Barracas Central?
-Estoy bastante bien. Ahora estoy teniendo más protagonismo, de mitad de año para acá me tocó jugar más por la lesión de Mati (Quevedo). Él ahora se recuperó y estamos turnándonos un partido cada uno y eso me da rodaje.
-¿Imaginabas que ibas a llegar tan rápido a un club como este?
-La verdad que no, teniendo en cuenta que Mati es un gran arquero (el año pasado fue al Mundial y salió campeón). Nunca pensé que iba a tener tanto protagonismo, como también el año pasado que terminé atajando varios partidos.
-¿Cuál es la principal diferencia entre ambos clubes (Newell’s y Barracas Central)?
-Creo que la mentalidad de los chicos, porque allá (Buenos Aires) se dedican sólo a jugar, y que un equipo se dedique únicamente a eso hace más fácil las cosas. Acá tenés otras responsabilidades y se complica. Igualmente, pasa que hay compañeros que trabajan, pero son muchos menos.
-¿Y entre las ligas de AFA y Rosarina?
-La organización. Este año favoreció mucho que pasen los partidos en vivo -pasó también en Rosario-. Eso hace que la gente tome más contacto con el deporte y se haga conocido. Que seis o siete equipos hayan transmitido en directo los encuentros volvió más profesional la Liga.
Este año comenzó un nuevo torneo de futsal: la Supercopa de AFA. Es una competencia que da el puntapié inicial a la temporada (marzo), donde participan ocho equipos: el campeón y subcampeón de la Primera División, los campeones de todas las divisiones de ascenso del Campeonato de Futsal AFA, el campeón y el subcampeón del Torneo Nacional y el campeón de la Copa Argentina de Futsal de la temporada anterior.
El innovador campeonato, que se juega con el formato de eliminación directa a un partido en el mismo estadio y que persigue el objetivo de darle más prestigio al futsal en todo el territorio nacional, fue obtenido por Barracas Central. La victoria fue por 3-2 en los penales (1-1 en el juego) ante Kimberley, en cancha de Ferro Carril Oeste. En esta Copa participó Newell’s por haber sido subcampeón del Torneo Nacional de Clubes 2016.
-¿Cómo viste la final de la Supercopa?
-Fue media rara, porque estuvimos perdiendo durante todo el encuentro y lo empatamos faltando seis segundos, con un gol de otro partido. Si bien teníamos chance, no pensé que íbamos a empatar. Y después terminamos ganando por penales, así que fue muy lindo. Esa Copa estuvo muy buena.
-Los veía un rato porque casi siempre jugábamos nosotros antes o ellos, pero charlaba con los chicos y les iba re bien, porque les ganaron a Jorge Newbery, que es un equipo que ahora pelea por entrar a los playoffs. Les tocó perder con Kimberley, que cualquiera puede hacerlo porque está entre los tres mejores equipos de Argentina. En fin, hicieron muy buen trabajo.
-Fuiste convocado para una gira amistosa con la Selección este año, ¿cómo la tomaste?
-Muy contento, no me la esperaba ni lo tenía en cuenta. Me estaba yendo a entrenar y el chico que maneja el futsal en Barracas me contó la situación. Era miércoles y el fin de semana ya tenía que viajar.
-¿Cuál fue la reacción de tu entorno familiar cuando les contaste la noticia?
-Les conté a la vuelta de entrenar, porque yo estaba llegando y no podía perder tiempo (risas). Justo mis padres estaban de viaje y, cuando recibieron la noticia por mensajes, se pusieron muy contentos.
-Tuviste la posibilidad de jugar en esa gira, ¿cómo era el equipo?
-Fuimos a jugar al sur, en Río Grande (Tierra del Fuego). Fue una Selección que se armó con chicos del ámbito local, por lo que nunca habíamos jugado todos juntos. Yo a algunos ya los conocía así que estuvo muy lindo y amigable.
Mariano integró plantel de la Selección argentina de futsal que ganó el Sudamericano sub-20, en diciembre del año pasado en Montevideo (Uruguay). En la fase de grupos, el combinado nacional quedó puntero. En la final, enfrentó a Brasil y lo superó por 2-1, cortando así la histórica hegemonía de la Verdeamareala (había ganado los seis torneos que se habían jugado).
-¿Qué te dejó el Sudamericano sub-20?
-Fue muy lindo. Al ser mi primer año en Buenos Aires, no me esperaba llegar ahí. Fue todo muy rápido y rompimos un récord contra Brasil. No lo podíamos creer porque nunca otro equipo había ganado ese torneo.
-¿Creés que con esos logros el futsal puede crecer en Argentina?
-Sí, sin dudas. Tanto el Sudamericano como otros logros desde que está Diego Giustozzi -entrenador de la Selección-, son beneficiosos para que crezca la disciplina. Todo eso le da mayor repercusión y ayuda.
-Halagaste a Giustozzi, ¿por qué?
-Les cambió totalmente la mentalidad a todos los que juegan y aspiran a llegar a la Selección. Te abre un montón de puertas y te lleva a un alto protagonismo, porque ahora donde participamos somos competitivos y tenemos posibilidad de ganar.
-Desde lo personal y para lo que se viene, ¿qué esperás?
-Ahora espero terminar lo mejor posible el año en Barracas, tratar de atajar lo más que pueda, y llegar a la final y ganar el torneo. En relación al año que viene aún no tengo decidido qué hacer. No sé si me voy a quedar acá o irme a otro club. Lo que es seguro es que trataré de mejorar para estar nuevamente en la Selección.
Fabri, que tuvo el choque de sentimientos el año pasado al ganarle la final del Torneo Nacional a Newell’s, confesó que, a pesar de la poca difusión que hay en Buenos Aires sobre la Liga Rosarina, sigue al club del cual se formó y está continuamente pendiente de cómo le va. El chico no se olvida de sus raíces, donde está seguro que algún día volverá.
Planeta Newell’s.