Con el empate de Deportivo Español ante Racing, Newell’s se convirtió en el campeón del Clausura 1992, dos días antes de visitar a Platense por la última fecha. El 5 de julio La Lepra dio la vuelta en Vicente López y consiguió su quinto título profesional, en lo que fue el último partido de Marcelo Bielsa como director técnico del rojinegro.
La campaña fue excepcional. De los 19 partidos disputados, el equipo ganó 11, empató 7 y solo perdió 1. Además aquel torneo tuvo partidos históricos, como el 5 a 0 a River en El Monumental y la victoria en el clásico por 1 a 0 con gol de Cristian “El Pájaro” Domizzi, con un equipo conformado mayoritariamente por suplentes y jugadores de la reserva, ya que Newell’s también competía paralelamente por Copa Libertadores.
14 fechas invictas tuvo Newell’s (perdió por 1 a 0 contra Estudiantes en la 15º), en todo el torneo tuvo 27 goles a favor y tan solo 8 goles en contra. Un equipo obsesionado por el ataque pero también sólido defensivamente, con una escuela y una filosofía que dejó marcada la historia del club. Un equipazo con todas las letras, tapa de diario todos los fines de semana y con un entrenador que dejó un legado y un modelo a seguir.
El equipo que jugó la tarde del festejo frente al Calamar fue el siguiente: Scoponi; Raggio (Soria), Gamboa, Llop y Pochettino; Saldaña, Berizzo y Berti; Zamora, Domizi (Lunari) y Mendoza. Por el otro lado Platense salió así: Leonardo Javier Aguirre; Felipe Bellini, Javier Baena, Ariel Gustavo Orellano y Broggi; Romagnoli, Alfredo Cascini, Cravero y Dalla Líbera; Scotto (Diego Díaz) y Rufini. El entrenador era Jorge Pedro Marchetta.
El partido sin embargo estuvo en segundo plano, las tribunas desbordaban festejos. De un centro desviado, una mezcla entre Llop en contra y Orellano surgió el 1 a 0 para Platense a los 36 minutos, pero a los 80 Ricardo Lunari igualó el partido tras una pelota que le dejó la defensa rival al borde del área. Después, pitazo final. El fútbol argentino tenía un nuevo campeón. Los hinchas leprosos invadieron el terreno de juego y el Estadio Ciudad de Vicente López se tiñó de rojinegro. El último partido de Marcelo Bielsa al mando de Newell’s tenía que ser de la mejor manera, y lo fue. Hoy en día, en cada visita frente a Platense se recordará el Clausura 92 y el equipo del Loco.