Newell’s se vuelve con una derrota desde La Plata tras perder 2-1 con Gimnasia en un partido donde no hizo casi nada bien y eso se reflejaba en la cantidad de indicaciones que dio Germán Burgos y su ayudante Armando de la Morena. Errores defensivos, en el mediocampo y sin generar demasiado peligro en el arco rival. Con el resultado en contra, promediando el segundo tiempo, le Lepra se hizo con la pelota, consiguió el descuento y acorraló al local en busca del descuesto, pero lo cierto es que no tuvo ninguna situación clara para lograr traerse un punto. Mucha posesión sobre el final, pero sin ideas claras. La entrega y el corazón de los jóvenes no alcanzó para empatar. Paso atrás en el funcionamiento colectivo.
- El peor partido del ciclo. Newell’s dejó una imagen bastante pobre en condición de visitante. El equipo de Burgos no le encontró la vuelta al partido y nunca estuvo cómodo. Fue superado en 70 minutos de juego y Alan Aguerre, como siempre, mantuvo el partido igualado lo máximo que pudo. Los goles fueron por dos infortunios, más que nada el primero, pero Gimnasia estaba haciendo todo para ponerse en ventaja. La apertura del marcador llegó apenas comenzada la segunda mitad y eso complicó las cosas.
- Newell’s sufrió mucho por los costados. Las escaladas continuas de Carbonero y Weigandt le trajeron dolores de cabeza toda la tarde a los laterales-volantes leprosos. Se vieron superados en múltiples ocasiones por el colombiano, cambiando de banda a cada rato. Víctor Ayala también complicó desde la mitad con pases filtrados. Hoy la presencia de Nadalín y de Negri casi que pasaron desapercibidas, tanto en defensa como en ataque. Mal partido para ambos.
- Volvió la falta de juego en ataque. Hoy se vio una gran disminución en el ataque. El descanso, casi obligado, que Burgos le otorgó a Pablo Pérez para que no sea amonestado y pueda jugar el clásico, se sintió y mucho. Es que el experimentado volante estaba volviendo a su mejor nivel y es una pieza clave para el ataque leproso, luego de cortar y hacer jugar rápido a los delanteros. Hoy PP8 no estuvo y tampoco fue punzante el ataque. Tanto Sforza como Calcaterra tienen más características defensivas.
- La defensa cometió todos los errores juntos. Los tres del fondo, sumado a los laterales-volantes, tuvieron una noche para el olvido. Lentos para marcar y parecía como que no se conocían entre sí. Lema y Cabral no pudieron agarrar nunca a los rapiditos de Gimnasia y sufrieron, más que nada el Sicario que quedó desparramado en el segundo gol. El local superaba fácilmente el mediocampo y los defensores leprosos se encontraban de frente con ellos y, muchas veces, desordenados. El Lobo lastimó mucho por las bandas y así convirtió ambos goles.
- La rotación no dio resultados. Hoy se vio desde el arranque a Nadalín, en lugar de Pablo Pérez, y a Ramiro Sordo. El lateral derecho sigue demostrando que está en un bajo nivel futbolístico, mientras que el atacante no estuvo lúcido a la hora de tomar decisiones por los costados. En el segundo tiempo ingresó Brian Aguirre, que debutó con la camiseta leprosa. Luciano Cingolani ingresó bien y fue el autor del descuento. Los juveniles, en esta doble competencia, son claves para el entrenador.
LA VISIÓN DE FACU RIVERA:
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