Newell’s mejoró el rendimiento en Córdoba y sumó su primer punto, pero aún los números no cierran. Una unidad de nueve posibles es una cosecha baja para un equipo que pretende ser protagonista. Por eso, ante Independiente en el Coloso, se presenta una gran oportunidad para optimizar la producción ante Talleres, consolidar un equipo titular y ganar. Porque en un torneo corto, con un formato como el actual, cada encuentro es importante y más si enfrente está un rival directo. El Rojo ganó sus últimos dos duelos y una hipotética victoria en Rosario lo catapultaría como un serio candidato a estar entre los cuatro primeros de la Zona B. Por el contrario, la Lepra no puede perderle pisada a los de arriba. Una derrota pondría muy cuesta arriba la clasificación y dificultaría la situación de Kudelka, que ya salvó un matchpoint en contra.
El viernes es el Día D para cambiar definitivamente la imagen. Newell’s, al menos en la prevía, no llega de punto como en los cotejos anteriores. Además, juega de local y está en condiciones de repetir el equipo. Porque más allá del probable ingreso de Pablo Pérez, el entrenador tiene a disposición a los que iniciaron en el Kempes. Incluso está en condiciones de repetir el 4-2-3-1 que le permitió poblar mejor el mediocampo, rodear a Maxi y disputar la posesión con mejores armas. Y con el correr de los días, algunos jugadores, como el caso de Cristaldo, se van integrando al primer equipo y otorgan un espectro más amplio para elegir.
Producto de la capacidad de reacción que mostraron los jugadores en La Docta, el plantel transitó una semana más tranquila. Porque el equipo se repuso ante la adversidad y respaldó al técnico en la cancha, en el lugar donde se definen los hechos. Y si NOB da otro salto hacia adelante, habrá dejado atrás algunos de los partidos más complejos de su fixture con un saldo mejorable desde lo estadístico pero con la certeza de que lo peor parece haber quedado atrás. Enfrente tendrá a un rival que tiene en Julio Falcioni a un entrenador que, con diferentes equipos, en general le ha ido bien ante el Rojinegro, especialmente en el Coloso. Con su línea de ‘5’ y su intención de ser un bloque rocoso y firme en defensa, buscará neutralizar al local y jugar con su necesidad.
En ofensiva, los de Avellaneda poseen cartas importantes como Silvio Romero y Sebastián Palacios, quien siempre fue una debilidad para Kudelka y no deja de ratificarlo cada vez que surge la ocasión. El Tucu dejó un vacío difícil de llenar. Sus ocho goles en 18 partidos representan una cifra más que interesante. Y el equipo, a juzgar por lo que se vio en cancha, aún no ha podido afianzar a los extremos. Especialmente en el sector izquierdo, donde ha probado con tres futbolistas diferentes en igual cantidad de partidos. Castro y Enzo Cabera no convencieron y Alexis tendrá una nueva oportunidad.
Es notable que Newell’s se ha desdibujado desde el regreso del fútbol a fines de octubre. Porque no se cumplieron los objetivos en la Copa Maradona y el inicio de este certamen es poco alentador. Y como sucede en la mayoría de las ocasiones, esto se explica desde el declive futbolístico que se refleja en la cancha. Pero también los datos hablan por sí solos: la Lepra perdió más de lo que ganó. En total, disputó 15 partidos, con un saldo de seis victorias, dos empates y siete derrotas. Lo que es igual a un 44% de efectividad. Sin embargo, como los puntos no contabilizaban para el promedio, no se jugaron clásicos y el Rojinegro ya tenía un cupo garantizado en la Sudamericana, el mal momento no azotó de manera tan drástica. De todas formas es evidente que las decepciones pasan facturas a la hora de hacer los balances,
Innegablemente, en los dos primeros partidos se encendieron las alarmas, pero ante Talleres se visualizaron algunas señales positivas. Como expresó Frank, a eso hay que “refrendarlo con un triunfo”. Y ante Independiente será un duelo vital. Un resultado positivo permitirá transitar la semana con tranquilidad, ganar en confianza y subir escalones en la tabla. Pero hay otra cuestión no menos trascendente: será vital corroborar algunos indicios. Porque desde los nombres y con algunas certezas se comienza a construir el equipo. A Capasso hasta el momento no le pesó la responsabilidad, Llano no jugó en menor nivel que Nadalín y Julián Fernández es decididamente el ‘5’ del equipo. Se trata de poner cada pieza en su lugar hasta que se aceite el funcionamiento pero sin dejar de lado los resultados. Ahora es el momento de sumar porotos, antes de que cunda el pánico y sea tarde para lamentos.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s