A solo cuatro fechas de culminar el torneo, la Lepra está acomodada en sus diferentes objetivos. Si bien ayer no pudo con el equipo del sur bonaerense, se alejó una unidad de Colón y está en el pelotón alto de la tabla de posiciones. Con falencias y virtudes, demostró competitividad ante un rival durísimo. Palacios, en su estreno como titular, anotó la apertura; a los pocos minutos, igualó de penal el local con Pepe Sand.
- El goleador, la figura. La imagen del partido mostrará a la enorme corrida del Tucumano para marcar la diferencia parcial, sin embargo, no fue todo. Palacios aportó uno contra uno y capacidad para agregarle pimienta al ataque. Con características distintas al resto de los delanteros, sumará.
- El reestreno de Pablo Pérez. El mediocampista estuvo a la altura de lo esperado. Desde lo más importante, suministrando la pelota a sus compañeros a través de la distribución y el buen flujo de pelota, a cosas menos perceptibles pero importantísimas: ser el primer futbolista en sacar al equipo de una situación defensiva mediante el presing o también, en la transición defensa – ataque, siendo un punto de apoyo válido.
- Lema fue el peor del equipo. Su sector, y el del flanco derecho por un Nadalín completamente lanzado al ataque, fue el foco para que Acosta haga lo que quisiera hasta que se le terminó el aire. Penal previsible, además de muchas jugadas en la primera parte.
- Aún en los peores momentos el equipo demostró competitividad. Es que, incluso cuando Lanús en los primeros minutos se llevaba puesto a Newell’s, el Rojinegro demostró ser un equipo trabajo y serio para poner oposición.
- Maxi falso nueve. La nueva estructura, probada con anterioridad, aunque nunca desde el inicio, fue en líneas generales exitosa. Al menos, superior a cotejos anteriores. Aprobada.
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