Facundo Mansilla es una de las revelaciones del Rojinegro. De estar muy cerca de jugar en el ascenso español e incluso, de tener que buscar otro club cuando el entrenador era Frank Kudelka, pasó a tener su oportunidad en primera división y no la desaprovechó. Consiente de la importancia de la experiencia, reconoció que el paso de los partidos le dio aplomo y la importancia de tener un ladero como Cristian Lema.
“Le pegué de volea y entró”, contó en principio de manera sintética su primer grito de gol. Su primer estallido en la red, en primera división, fue el último sábado. Apenas días después de haber renovado su vínculo con el club del Parque hasta diciembre de 2023, tuvo una gran alegría de una manera que no lo tiene acostumbrado. “Hice muchos goles de cabeza, pero por abajo solo había hecho uno contra River en inferiores”, empezó a recordar en voz alta y soltarse.
“Me quedó justo, le pegué de volea y entró. Justo lo había anticipado bien al defensor y me quedó para derecho de volea”, amplió el joven defensor de 22 años.
Pero, para alcanzar este presente que lo motiva y que le permite estar enfocado en Newell’s, “su segunda casa”, el camino fue largo. “Llegué a Newell’s a los seis años, desde Malvinas. Después pasé a Bella Vista, hice predécima y pasé por todas las divisiones, hasta llegar a reserva y primera”, enumeró paso a paso. Y como en muchos casos, su gran punto de inflexión fue el día que le tocó debutar, momento que ameritó un tatuaje con la inscripción de la fecha, el 17 de mayo de 2021: “El día soñado”, confesó con una sonrisa que no se ve, pero que se logró visualizar a través del teléfono.
Con respecto a su desempeño, resaltó la importancia de su compañero de zaga y la experiencia obtenida: “Cristian (Lema) al lado mío me ayuda mucho. Siempre antes de los partidos trato de analizar a los jugadores que tengo que marcar”. “La confianza es muy importante para el jugador. No es lo mismo uno que recién arranca a uno que tiene 10 partidos”, agregó.
Por último, Mansilla fiel a su pasado y a quienes participaron en su carrera que comenzó a los seis años, no se olvidó de un entrenador que tuvo en las divisiones formativas. “Con Gastón Liendo estuve dos años, y de hecho, en el primero hicimos un gran torneo. De él aprendí mucho. También jugué mucho tiempo de dos con él y me sirvió para jugar con las dos piernas”, concluyó.
“PUDIMOS HABER HECHO TRES GOLES MÁS”
A la hora de analizar el encuentro contra el Sabalero, Mansilla diferenció a la primera parte del segundo tiempo: “Creo que en el primer tiempo podíamos haber hecho fácil tres goles, tuvimos situaciones y cuando nos acercamos al área tuvimos malas tomas de decisiones. Si hubiera ajustado eso podríamos haber hecho más goles. Después en el segundo tiempo ellos tuvieron mucho más la pelota, encontraron mejor los espacios, pero fue parejo, fue para los dos”.
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