Newells tuvo tres meses para el olvido, con cambios de técnicos y de estilo de juego en el medio. Hacía mucho tiempo que no se veía un rendimiento tan flojo del equipo, obteniendo sólo dos victorias sobre trece partidos disputados. Después de 29 años, la Lepra volvió a salir último, tanto en la Zona B como en la tabla general del actual campeonato. Es algo imperdonable y muy doloroso para los hinchas. Niveles futbolísticos muy bajos, escasas ideas de juego, los referentes no rindieron como se esperaba, plagado de lesiones, entre otras cosas, hacen que se viva este presente casi que decepcionante. Sólo queda la esperanza de clasificación en la Sudamericana.
Comenzamos con el repaso. Hace exactamente tres meses, Newell’s iniciaba su participación en la Copa de la Liga ante Vélez de visitante con derrota 1-0. Ocho días más tarde, en su primera presentación como local, recibió a Boca y volvió a perder por el mismo resultado. Por la tercera fecha, el equipo dirigido por Frank Kudelka viajó a Córdoba y, en lo que era hasta ahí su mejor partido, se le escapó la victoria sobre el final tras recibir un gol de pelota parada, falencia que sufrió hasta el final, y sumó su primer punto. Con confianza por la producción ante Talleres, recibió a Independiente en el Marcelo Bielsa y volvió a perder, esta vez 2-1 y con un gol de Palacios.
Tras una nueva derrota y sentir que el equipo no respondía, iba a llegar el final del ciclo de FDK. Pero contra el Rojo no fue el último partido porque pidió que lo dejen dirigir ante Defensa y Justicia, pedido que fue en vano porque perdió 4-0 y se marchó de la peor manera. Un punto obtenido en cinco fechas, panorama muy desolador y sin técnico. Además, sólo diez tiros efectivos al arco. Sin mucho tiempo de espera, y con charlas previas, Germán Burgos se hizo cargo del equipo y a los dos días debutó como local ante Unión en un empate sin goles. Su llegada revolucionó al mundo del fútbol y se esperaba un estilo de juego con tinte europeo, revolucionario, pero no pasó.
Luego llegaron dos empates más ante Atlético Tucumán y Huracán, para luego conseguir la primera victoria del torneo ante Lanús por 3-1 como visitante en la Fecha 9. El nuevo DT parecía haber encontrado el equipo, la forma de jugar, confianza en los jugadores y lograron el segundo triunfo al hilo de local ante Patronato. El planteo no convencía mucho, pero se lograban resultados. Luego llegó una dura derrota ante Libertad por la Copa que hizo caer al plantel. Perdió 2-1 contra Gimnasia en El Bosque jugando mal, 3-0 en el clásico jugando mucho peor y cerró el torneo apenas empatando con un flojo Sarmiento. En general, muy poco para rescatar.
Newell’s comenzó con un estilo de juego ofensivo pese a no conseguir los resultados esperados. Kudelka optó casi siempre por un sistema 4-3-3 o 4-2-3-1 y le daba lugar a los referentes del plantel y dejaba de lado a los juveniles. Burgos al revés, utilizó muy poco a los experimentados (salvo a Maxi) y puso muchos chicos en cancha, la mayoría aún sin rendir. El esquema del Mono es claramente más defensivo, poniendo mayormente cinco defensores, uno o dos volantes centrales. extremos que a veces no lo son y un “9” que no es su posición.
El torneo de Newell’s es olvidable, pero no debe detenerse en esa decepción porque aún tiene dos objetivos a muy corto plazo: seguir avanzando en la Copa Argentina y lograr la clasificación en la Copa Sudamericana.
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