El elenco dirigido por Frank Darío Kudelka sumó su segunda victoria post Pandemia y arrancó con el pie derecho la fase complementación. De igual manera, desde el juego se vieron cosas preocupantes. Después del gol de Jerónimo Cacciabue a los 22 minutos de primer tiempo, la Lepra estuvo muy lejos de ser competitiva. Estudiantes dominó el partido y más aún cuando tuvo uno más, por la expulsión de Guanini.
- El equipo se volvió incapaz de sostener la pelota. El entrenador reconoció que hay problemas de movilidad, no es poca cosa. Podría ser hoy por hoy, la principal falencia que tiene el equipo. Un estado físico deficiente que no permite estar a la altura para generar espacios y explotar los mismos con velocidad.
- Newell’s no puede salir jugando. Una vez más fue un inconveniente recurrente hilvanar pases en zona. Es cierto que con Lema tampoco fue jamás una virtud, pero la Lepra perdía mucho menos que con Guanini.
- Escasez de presión. La primera media hora fue sorprendente como Newell’s no podía recuperar la pelota. Se paraba alto en la cancha, con tres atacantes, pero ninguno de ellos presionaba con fuerza. ¿El resultado? El Pincha movía el esférico, la Lepra se cansó más rápido y los espacios florecieron.
- Estudiantes dominó, pero no aprovechó. El conjunto de Desábato tuvo el monopolio de la pelota y también muchas situaciones de gol, no obstante, no pudo plasmarlas en el marcador. No es un dato menor, puede ser un denominador común para los próximos rivales.
- El mejor, Macagno. Transcurren las jornadas y el uno sigue impecable. Aún con un equipo que no da garantías, él se las ingenia para mantener el arco seguro.
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