A mediados de 2006 y por recomendación de Gerardo Martino, desembarcó en la institución rojinegra un tal Óscar Cardozo, un joven de 23 años señalado como la nueva joya del fútbol paraguayo. Tras una temporada con números de crack, un año después se marchó al Benfica como la transferencia más cara de la historia del club. Sin embargo, los 21 goles que marcó el guaraní serían sólo un número en comparación con su actuación en aquella tarde otoñal de mayo.
Newell’s llegaba golpeado por el débil presente futbolístico y el inminente compromiso por el descenso que se avecinaría. La llegada de Pablo Marini en marzo levantaría el nivel de algunos futbolistas y permitiría sumar algunos puntos importantes. Sin embargo, todas las fichas estaban puestas en el partido más importante de la temporada: llegaba el clásico rival al Parque de la Independencia.
El Rojinegro saldría dispuesto a dominar al Central de Carlos Ischia, que dispondría de un cerrojo para contrarrestar aquellos embates, con Gonzalo Belloso como único delantero y un joven Ángel Di María suelto para conducir los contragolpes. Desde el inicio, los de Marini lograron supremacía a través de las corridas de Sebastián Arrieta y las gambetas de Mauro Cejas, ambos con la función de abastecer al nueve paraguayo que se relamía en el área. Así se fue aquella primera parte, con las situaciones de gol del lado rojinegro y sólo una corrida solitaria de Di María que alertó al arco leproso. Aquel en donde reposaba el segundo gran protagonista de la tarde: Justo Villar, arquero campeón y símbolo del plantel por aquel entonces.
“El primer tiempo fue mejor que el segundo. Hicimos un gran partido, metiendo y jugando bien al fútbol”.
Germán Ré
En el complemento finalmente llegarían las emociones. A los 24 minutos, Hernán Bernardello logró ubicar de frente al recién ingresado Matías Miramontes, que con una asistencia precisa habilitó a “Tacuara”, que definió con sutileza por encima de la humanidad de Cristian Álvarez y grabó para siempre su nombre en los libros de la historia leprosa. Un goleador que se destacó en una época de vacas flacas y que además de aportar más de 20 goles en aquella campaña logró inmortalizar su nombre en las redes del Clásico Rosarino.
“La gente me pedía mucho un gol en este clásico y gracias a dios llegó. Justo se me dio acá, en nuestra cancha. Estoy contento porque dejamos todo”.
Óscar Cardozo
Pero aún no estaba dicha la última palabra para los de Marini, porque tras una jugada aislada los corazones se paralizaron en la tribuna local. Diez minutos después de la efervescencia del festejo de gol, el boliviano Ronald Raldes se metió en el área a puro amague y Gastón Aguirre le cometió penal. Poco había generado hasta allí el Canalla, que ya empujaba con centros y se desprotegía atrás. En el momento menos pensado, la victoria leprosa pendía de un hilo cuando el experimentado Cristian González tomó el balón en los doce pasos. Pero aquí entraría en acción el otro héroe guaraní de la tarde: pateó el Kily fuerte y al medio y su remate encontró las manos firmes de Villar, que logró desviar el remate y reafirmarse con una elasticidad asombrosa. El arquero no había tenido intervención alguna hasta allí y terminó por ahogarle el grito de gol a la parcialidad visitante. Tras el rebote, Belloso elevó su remate por arriba del travesaño y todas las chances de Central se esfumaron allí. La Lepra lo aguantó con oficio y al escuchar el pitido de Furchi, todas las cámaras fueron con los padres del triunfo. Cardozo se ganó un lugar para siempre en el corazón de la hinchada leprosa y Villar sumó otra batalla ganada como referente rojinegro. Y no sería la única vez que los dividendos del triunfo sean propiedad de la sangre paraguaya.
“Hoy es como si se hubiese salido campeón, por cómo se vive esto en la ciudad. Tiene ese significado para nosotros, pero no te salva el año”.
Ariel Zapata
“Es todo para la gente que se lo merecía después de tanto sufrimiento. Fuimos superiores y tendríamos que haberlo definido mucho antes”.
Pablo Marini
FICHA TÉCNICA
NEWELL’S: Justo Villar; Carlos Araujo, Gastón Aguirre, Nicolás Spolli y Germán Ré; Sebastián Arrieta, Ariel Zapata, Hernán Bernardello y Adrián Lucero; Mauro Cejas y Óscar Cardozo. [4-4-2]. DT: Pablo Marini.
Ingresaron: Matías Miramontes, Adrián Peralta y Pablo Pérez.
CENTRAL: Cristian Álvarez; Ricardo Moreira, Ronald Raldes, Damián Ledesma y Ariel Garcé; Lionel Ríos, Juan Manuel Azconzábal, Cristian González y Damián Díaz; Ángel Di María y Gonzalo Belloso. [4-4-1-1]. DT: Carlos Ischia.
Ingresaron: Milton Caraglio y Andrés Díaz.
Árbitro: Rafael Furchi.
Planeta Newell’s.