Se ganó y al final de cuentas siempre es lo más importante. También están aquellos que quieren ganar jugando bien. Hoy Newell’s está lejos de hacerlo y por eso hay que conformarse solamente con la victoria, que no es menos, y más teniendo en cuenta la mala racha que está teniendo el equipo jugando de visitante. Si me apuras, debo decir que Gimnasia de La Plata mereció el triunfo, no tanto por juego, sino por las numerosas ocasiones de gol que generó. Pero como todos saben el fútbol no se gana con merecimientos, si no con goles. Además, la Lepra tuvo nuevamente a un inspiradísimo Alan Aguerre, donde 3/4 de la victoria es gracias a él.
Semanas atrás, en la misma cancha y mismo rival, los dirigidos por Héctor Bidoglio habían caído por la mínima también sobre la hora, pero dicen que el fútbol da revancha y Newell’s hizo efectivo ese refrán futbolero. La primera chance del encuentro fue para la visita a los 9 minutos del primer tiempo, luego de que Maxi Rodríguez metió una precisa habilitación y Luis Leal estrelló su definición en la red, pero del lado de afuera del arco Tripero.
El local también tuvo las suyas, por ejemplo, con un tiro libre del paraguayo Víctor Ayala que manoteó Alan Aguerre. Luego, tras una mala salida de la defensa leprosa que aprovechó el moreno Hurtado, pero su remate fue salvado en la línea por el paraguayo Teodoro Paredes. Otra vez apareció el arquero leproso a los 41 minutos, cuando mandó al córner un tiro libre rasante de Ayala teniendo a varios jugadores por delante suyo.
En el segundo tiempo las atajadas de Aguerre, como ya es habitual en muchos de sus partidos, sostuvieron el cero en el arco de Newell’s. Lo más peligroso para los dirigidos por Bidoglio fueron algunos intentos de Maxi con remates fuera del área sobre todo en los últimos 15 minutos, pero sin demasiado peligro y con nada de juego asociado. A la Lepra lo benefició un poco la expulsión de Ayala por roja directa, luego de una dura entrada a Alexis Rodríguez cuando se iba sólo para el gol. El paraguayo era el motor del Lobo y el equipo sintió su ausencia en los últimos minutos.
En la última del partido, llegó el regalo tan ansiado por todo el mundo rojinegro. Tras un tiro de esquina, Franco Mussis comete una tontería, la toca con la mano y le regaló un penal sobre la hora a Newell’s. El encargado de patear, luego de varios minutos de discusión y reclamos a Néstro Pittana por parte de los jugadores locales, fue Maxi Rodríguez, que sin ponerse nervioso, estampó el 1-0 agónico que lo deja bien para al equipo de cara al partido de vuelta que se jugará el domingo 21 a las 15.30hs en el Marcelo Bielsa.
No fue un buen partido de la Lepra, claro está, que otra vez dependió mucho de su arquero y de la jerarquía y experiencia de Maxi. Gimnasia fue mejor pero en cada intento de gol se encontraba con un imbatible Aguerre y debió quedarse con el triunfo o, al menos, un empate. Pero como dije antes, en el fútbol se gana con goles y no con merecimientos. Eso sí, Newell’s deberá mejorar mucho si el deseo de todos, como lo expresó Bidoglio post partido, es llegar a la final de la competencia.
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