El paupérrimo semestre, por suerte, llegó a su fin. Tal como lo venían marcando los últimos resultados y actuaciones, Newell’s quedó eliminado de la Copa de la Superliga a manos de Gimnasia de La Plata que hacía no se cuanto no ganaba de visitante ni daba que hablar por su juego. El equipo local no aprovechó nada. Luego de ganar, inmerecidamente, como visitante 1-0, ayer promedian el primer tiempo se puso en ventaja aumentando a dos la diferencia de goles con su rival. Como si fuera poco, el equipo platense se queda con uno menos. El segundo tiempo fue desastroso, recibió tres goles y terminó con la agonía leprosa.
El 3-1 que recibió por parte de Gimnasia fue inesperado y más en la situación por la que se encontraba Newell’s. A algunos no lo sorprendió en nada. Lo visto ayer fue muy preocupante pero tiene explicaciones lógicas. Esta es la cruda realidad por la que está atravesando el club. Un equipo sin rumbo, sin ideas, ni cabeza que se sostiene por las soberbias actuaciones de Alan Aguerre, que ayer no pudo salvar su arco pero poco se lo puede criticar, y la experiencia y jerarquía de Maxi Rodríguez arriba que siempre hace soñar e ilusionar a todos con sus goles, pero que se derrumba con el correr de los minutos.
La Lepra terminó el primer tiempo estando arriba en el marcador, con un gol nuevamente de Maxi, lo que significó un avance importantísimo para la clasificación teniendo en cuenta que los de Bidoglio se posicionaban 2-0 arriba en el global. Y las chances de avanzar de ronda se incrementaron cuando Diego Abal decidió expulsar correctamente a un ex leproso, Lorenzo Faravelli. La clasificación parecía estar en el bolsillo pero, como toda historia, siempre existe un “pero…”.
En el complemento, la imagen que mostró Newell’s dio lástima, realmente fue para el olvido y para marcar el fin de ciclo de muchos. Tras varios intentos y la peligrosidad que generaba Hurtado, Gimnasia convirtió el 1-1 a través de Santiago Silva que hacía instantes había ingresado y esa era la primera que tocaba. Las desprolijidades y errores del local comenzarían a tener sus consecuencias. Minutos después, 15 precisamente, el Lobo marcaría el 2-1 con un remate de Gonzalo Piovi que desvío en Nadalín y esto hace que Aguerre quede mal parado y no tenga una mejor reacción para evitar que la pelota entre. Ya en ese momento, todo era desconcentración, tristeza, enojo, insultos, ya se percibía cual iba a hacer el final de la historia.
Sobre el final llegó la definicón del partido. Abal cobra, nuevamente de forma acertada, un penal tras una mano de Leonel Ferroni que, si es hincha del club y tiene amor propio, deberá darse cuenta que no puede jugar más en Newell’s porque no está a la altura, misma situación que Braian Rivero, que dejó al equipo con uno menos por una seria lesión sufrida al trabar con Franco Mussis, el motor del equipo rival y que fue el reemplazante de Víctor Ayala. El parte médico del mediocampista es esguince de rodilla, pero se sabrá con más precisión mañana. Para completar y aumentar el enojo y fastidio, Silva cambió penal por gol y marcó el 3-1 para sentenciar la serie. Lluvia de insultos en el Coloso Marcelo Bielsa, merecidos porque el equipo no aporta nada y la dirigencia no reacciona ante la actualidad.
El futuro se ve muy negro si no se cambian rápido las cosas. Hace algunas horas empezó la debacle y fue Héctor Bidoglio el primero en irse. No creemos que se vaya gente de la Comisión porque sino la misma quedaría acéfala. No sabemos que será del futuro de Sebastián Peratta, uno de los más criticados. ¿Habrá un ida masiva de jugadores? Al club no le convendría, salvo que sea venta y se renueve el plantel. Pero, ¿quién vendría al club con esta actualidad de pelear el descenso y con un club que estuvo en el ojo de la tormenta en el último tiempo? ¿Y Maxi? ¿Merece quedarse en esta situación? Todo el mundo leproso desea su continuidad, los de afuera son de palo pero los dichos a él lo afectan. En los próximos días se conocerá su futuro. Él quiere seguir, veremos que sucede.
A empezar a rezar.
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