Llegó la hora de la verdad. El largo parate que provocó la llegada del COVID-19 en el ámbito futbolístico llega a su fin, y va siendo hora de volver a hablar de fútbol nuevamente. La Copa de la Liga Profesional ve la luz con su extraño formato y Newell’s ya conoce a sus rivales, a los cuales enfrentará a partir del 30 de octubre.
Tras el sorteo del certamen, el común del público coincidió en que la Zona 4 que integra la Lepra junto a Boca, Talleres y Lanús es la más atractiva y pareja de las seis que se sortearon. “La de la muerte”, catalogaron. Cuatro equipos que durante el último curso 2019/20 fueron habitué del lote de los de arriba en el campeonato, habiendo terminado dentro de los primeros 12 hacia el final de la Superliga. Es por eso que este escenario representa todo un desafío para el proyecto que encabeza Frank Kudelka. ¿Cómo analizar a Newell’s en el contexto de esta Zona 4? ¿Qué dificultad representan sus rivales?
En la sumatoria general de la temporada 2019/20 (contabilizando la única fecha de la malograda Copa de la Superliga), sólo dos puntos separaron a Newell’s, Talleres y Lanús. La lepra sumó 38, Talleres quedó con 37 y el Granate, por su parte, 36.
En primer lugar, es imprescindible entender la situación que vive el fútbol argentino. Los efectos de la pandemia aún no se han disipado, la acción lleva más de siete meses en pausa y el retorno a la normalidad, aunque está encaminado, llevará mucho tiempo. En lo inmediato, otros factores que serán influyentes en la competencia serán las temperaturas (se jugará en enero inclusive) y la falta de público en los estadios. Éste último condicionante, en clave Newell’s, no se puede pasar por alto. Con lo que hay y lo que toca, a la Lepra sólo le queda competir e intentar hacerlo de la mejor manera bajo estos preceptos atípicos con los que convivirá junto al resto de los equipos.

Ahora bien, el primer escollo en el fixture será Talleres de Córdoba. El elenco que dirige Alexander Medina es ahora mismo el que más incógnitas arroja en esta zona. Se fueron 8 de sus 11 titulares habituales del ciclo anterior, incluidos el capitán Guido Herrera y las figuras Nahuel Bustos, Andrés Cubas y Facundo Medina.
En la última Superliga, Newell’s visitó el reducto donde debutará en esta Copa (el estadio Mario Alberto Kempes) y fue caída por 1 a 0. En aquella oportunidad, y pese a que el trámite fue igualado, el equipo sucumbió ante un trámite donde controló por momentos a su rival pero careció del volumen de juego necesario para lastimarlo o hacerse de las riendas del partido. En un escenario de presión y contrapresión, un bajo nivel aquella tarde del equipo le impidieron sumar en la Docta. Un atenuante no menor es que ese partido corresponde al pasaje de la temporada donde se vio el rendimiento más bajo del ciclo de Kudelka: cuatro derrotas en cinco partidos entre octubre y noviembre de 2019.
En esta oportunidad, tocará ver qué fue lo que quedó del Talleres de Medina: un equipo que durante el ciclo pasado demostró variantes, ratos de buen fútbol y también irregularidad. Pero no obstante, su fuerte fue ser un equipo muy competitivo jugando en Córdoba, factor que Newell’s tendrá que saber contrarrestar la próxima semana.

El segundo rival en el camino rojinegro es Boca Juniors, que desde la llegada de Miguel Ángel Russo encontró estabilidad y resultados con una fórmula tan clásica como infalible: crecer a partir de las individualidades. El Xeneize ha logrado convertirse en un equipo compacto, que cuando se despliega en ataque es muy peligroso en su lado fuerte: con Eduardo Salvio arrancando desde la derecha. Como a la hora de la tenencia Russo mejoró los registros de Gustavo Alfaro, según situaciones del partido, este Boca puede hacerse de la iniciativa o bien bajar el ritmo de partido y estacionarse en un bloque bajo. El atenuante que puede jugar a favor de Newell’s -y de sus otros dos rivales- es que el equipo de la Ribera deberá desdoblarse por sus compromisos en la Copa Libertadores.
Pasó un año desde que el equipo de Kudelka visitó La Bombonera. Fue empate 1 a 1 en un cotejo que mostró a un Newell’s muy proactivo y dinámico hasta una serie de accidentes que le condicionaron su noche: lesión de Jerónimo Cacciabue, gol en contra y penal no cobrado. Tras correr de atrás en el marcador, finalmente logró igualarlo y dejó una buena imagen.
Lógicamente, las cosas son distintas un lustro después. Desde entonces, ambos equipos han levantado su nivel. Newell’s tendrá dos oportunidades de medirse ante el campeón del fútbol argentino y dar el golpe en la zona.

El tercer rival en esta saga es Lanús. A priori, el de nivel más parejo a la Lepra en la previa teniendo en cuenta la producción del curso pasado y comparando ambos planteles. Los de Luis Zubeldía llegaron a ser terceros en la anterior Superliga y luego cedieron algunos puntos importantes hacia el final. Sin embargo, demostraron ser una de las estructuras más sólidas. Ya sin Marcelino Moreno, que fue el mejor de su temporada y emigró, el Granate encarará esta Copa con mayoría de juveniles y la vista puesta también en la Copa Sudamericana.
Cuando la Lepra visitó el Néstor Díaz Pérez, también igualó uno a uno. En esa ocasión, el partido marcó el regreso de Pablo Pérez -de gran rendimiento- y el estreno en la red de Sebastián Palacios. Newell’s redondeó otro buen partido a un ritmo muy alto, en un trámite de mucho ida y vuelta que supo aguantar. El rojinegro logró la ventaja transitoria y finalmente fue empate por un penal cometido por Cristian Lema. Ese cotejo en el Sur del Gran Buenos Aires es el partido más reciente, teniendo en cuenta a estos tres rivales, que se registra. En los duelos ante Lanús estará gran parte de las aspiraciones leprosas en este torneo.
Tampoco es un dato menor que Newell’s se enfrentará a tres rivales a los cuales enfrentó como visitante en la anterior Superliga. El Coloso, aunque sin público, deberá ser la fortaleza para que Newell’s supere la compleja Zona 4. Hasta entonces, la paridad y la dificultad de estos emparejamientos enfrentan a Frank Kudelka y los suyos con un desafío interesante de cara al reinicio de la actividad.
Cabe destacar, en último lugar, que este certamen no contabiliza para la tabla de los descensos, suspendidos por dos años. Por lo que asistiremos a los primeros partidos oficiales de este proceso sin que engrosar promedios sea una mochila. Otro aire se respira en Newell’s de cara al fútbol que se viene.
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