Las pretemporadas suelen marcar el destino de muchos jugadores. Algunos emigran y se reinventan en otro destino, varios pierden terreno en la consideración de los técnicos y otros aprovechan sus oportunidades. En este último grupo parece ubicarse Nicolás Castro en la larga e inusual pretemporada que Newell’s está llevando a cabo. Tiene tanto de particular este tiempo de preparación que casi todos los amistosos se pueden ver por TV o en cualquier dispositivo electrónico. Y en ese contexto, el joven mediocampista rojinegro emergió con fuerza. Ya sorprendió gratamente desde el primer encuentro ante Unión. Primero porque Kudelka lo ubicó como titular por encima de Cacciabue. Y segundo por su performance en el terreno de juego. Allí mostró algunas credenciales que fueron destacadas por los hinchas, periodistas y sus compañeros. A sus buenos rendimientos y mucha participación le agregó una presencia en la red en el cotejo ante Sarmiento de Junín.
Castro es uno de los tantos chicos que buscan cumplir su sueño como futbolista profesional. Llegó al club en 2017 tras destacarse en 9 de Julio de su Rafaela natal donde debuto en primera con solo 16 años. Marcelo Werlen, coordinador del mencionado club de la Perla del Oeste, fue un pilar importante en su formación. “Es de esos jugadores que no abundan. Fui técnico del club durante tres años y percibí que tenía cosas diferentes. Es un distinto, de esos que de a poco fueron desapareciendo”. Su buen nivel despertó la mirada de muchos. Sebastián Beccacece lo seleccionó como sparring de la sub 20, Boca puso sus ojos en él y Borrelli afirmó que “tiene cosas de Riquelme”, precisamente el ídolo del juvenil.
No es casualidad que todos los comentarios que describen su juego redundan en adjetivos como “diferente” o “especial”. Castro llama la atención porque siempre tiene la iniciativa, no se esconde ni se inhibe. Pide la pelota, levanta la cabeza y busca a un compañero o remata al arco con cualquiera de las dos piernas. Puede jugar como interno y también de enganche, donde más le gusta. Contra Unión se destacó por sus remates de afuera del área y su alto grado de participación en el juego del equipo. Ante Sarmiento, a esas cualidades le anexó un gol de cabeza tras llegar al área en posición de ‘9’y conectar un centro certero de Ramiro Sordo.
En este esquema de Kudelka, afronta una dura pero sana competencia con Aníbal Moreno y Jerónimo Cacciabue. Los tres ofrecen distintas variantes que pueden ser vitales para diferentes momentos y contextos de cada partido. Y así como ya existieron sondeos desde el exterior por el Aviador y el oriundo de Catamarca, no sería de extrañar que las características inusuales de Castro también vislumbren entre ojeadores internacionales. Para ello, seguramente tendrá que aprobar el examen más difícil, el de la continuidad en el máximo nivel y en encuentros por los puntos. Por ahora, tres partidos en Primera no son suficientes para decretar ni juzgar.
Está claro que una posible salida de Moreno le otorgaría más opciones de sumar minutos. Pero al margen de cualquier situación externa, tiene un gran campo por explorar y mucho camino por recorrer. El jugador es el primero en reconocer que no es nada sencillo triunfar en la elite y que para prosperar necesita asimilar nuevos conceptos. Es por esto que Kudelka le pide que esté en constante movimiento para recibir la pelota y que busque variantes en la terminación de las jugadas. En la alta competencia, deberá sumarle una marcha más a su fútbol y una dosis de continuidad a sus buenas apariciones.
Lo indudable es que está aprovechando su oportunidad con creces. Por el momento exprime al máximo cada minuto que disputa en cancha y ya brinda señales de estar listo para dar el gran salto. El tiempo, la conducta y sus ganas de progresar le marcarán su propia vara. Pero más allá de eventuales contratiempos, ya mostró sus destellos. Con su elegancia, buena pegada y talento, no dejó indiferente a nadie que lo vio jugar.

Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s