Newell’s Old Boys cayó en el Coloso por 2-1 ante Atlético Tucumán en el marco de la fecha 4 de la Superliga Argentina, sumando tres derrotas y un empate en lo que va del torneo. El equipo de Omar De Felippe supo, a diferencia de los partidos previos, ponerse en ventaja ante el Decano a los 28 minutos con Mauro Formica, que marcó luego del rebote de un penal que acababa de fallar. Ésta vez el problema no fue que le conviertan al comienzo del encuentro, sino el no saber jugar adecuadamente con el marcador a su favor.
Tras el gol, los tucumanos reaccionaron y de estar parados de contra pasaron a acechar con cierto peligro el arco de Nelson Ibáñez hasta concretar lo buscado: ya finalizando la primera etapa, a los 43 minutos, el ex Newell’s Mauro Matos, logró ganarle a Fabricio Fontanini e imponer el 1-1 con un cabezazo.
La presencia del Gato Formica fue clave para la Lepra, pero una vez cansado, el equipo no supo que hacer. Claras quedaron las falencias a la hora de marcar, sobre todo en la segunda pelota, los problemas en lo alto, la carencia de contención en el mediocampo y la dificultad en el ataque para terminar las jugadas.
Atlético supo hacerse del segundo tiempo, teniendo mayor posesión del balón en el campo rojinegro aunque sin mucha incisión; por su parte, Newell’s comenzaba a mostrarse descompuesto táctica, física y estratégicamente.
El mediocampo llegó a ser tierra de nadie y pese al ingreso de Lisandro Cabrera por Braian Rivero para sumar en la ofensiva, la previsibilidad del juego del conjunto del Parque Independencia no permitió sacar algo notable. Quien si supo aprovechar tales descuidos fue el equipo de Ricardo Zielinski, que consciente tanto de sus limitaciones como de sus aptitudes, logró quedarse con los 3 puntos en el minuto 39, cuando tras una pelota mal cruzada del paraguayo Ivan Piris, Leandro Martínez terminó colocando con un remate cruzado el 2-1 tras una gran habilitación de la Pulguita Rodríguez.
Así concluyó el cotejo, con Newell’s encenciendo las alarmas de la emergencia futbolística que lo atraviesa, en una situación crítica que lo expone con tan solo un punto de doce en juego, sin signos de evolución, falto de ideas y mirando de reojo los promedios.
Omar De Felippe, confía en que el equipo responda dentro del campo de juego y sostuvo tras la derrota: “Mi termómetro son los jugadores, si ellos se animan y yo los veo reaccionar, vamos a salir adelante”. Ahora, deberá trabajar lo que queda de la semana con la cabeza en la Copa Argentina, que encontrará a Newell’s el sábado en Temperley, nuevamente midiéndose ante Atlético Tucumán desde las 13.15, por los octavos de final del certamen federal.
Planeta Newells | La Red Rosario 98.3