Frente al debate instalado sobre la posibilidad de que se modifique el Estatuto de la Asociación del Fútbol Argentino en pos de aceptar o no a las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) dentro de la plana del fútbol argentino: PlanetaNewells.com dialogó con diferentes periodistas de la ciudad de Rosario en pos de ir sumando voces sobre el tema.
Además estas opiniones servirán a modo de previa de cara a que, nuevamente, el arco político de Newell’s exprese su visión, por este medio, sobre las SAD. Como también supo hacerlo en cuanto a la última asamblea.
Sociedades Anónimas Deportivas
¿Sí o no? ¿Por qué?
Malena Acosta: No. En defensa de la función social que cumplen los clubes, si pasarían a ser sociedades anónimas dejaría de existir esto que mencioné antes.
Hernán Cabrera: No. Porque se pierde la esencia de los clubes, el amateurismo de casi todas las actividades correrían riesgo de desaparecer y se abriría una grieta importante en el verdadero sentido de un club más allá que hablamos de clubes donde su disciplina más importante y sustento sea el fútbol. También en ese ámbito es peligroso por el probable desembarco de personas que solo busquen su bienestar económico por sobre el de la institución.
Carolina Coscarelli: Creo que no estamos preparados cultural y socialmente para un cambio de estas características. Se tendrían que dar muchos factores antes para entender a una S.A. como algo positivo para nuestro fútbol. Definitivamente creo que no estamos preparados para eso. También considero que se perdería la esencia del fútbol en nuestro país que es diferente a otros del mundo, se maneja de otra manera. Sí considero que debería haber un cambio, pero no creo que la solución sea las Sociedades Anónimas Deportivas.
Santiago Fraga: Estoy totalmente en contra de las SAD. Los clubes deben ser de sus socios, de su gente, siempre. En Europa, que tanto se la usa para ejemplificar, hay muchísimos casos en donde las SAD no funcionaron y otros en donde los clubes sin tener ese tipo de dueños terminaron cosechando un éxito terrible. En Argentina, con la crisis económica actual, la inflación, la devaluación y las tasas de interés, pensar en los clubes como un negocio en el cual vengan inversores de afuera es irrisorio. Pero además, es otro error enorme pensar en los clubes como negocio y olvidarse de su principal función, que es la social. Nunca, jamás, ningún club va a estar mejor en manos de un tipo con plata que venga a hacer negocios y el día que no le den los números se vaya corriendo, dejando a la institución con una crisis de estallido inminente.
Pablo Muñoz: Frente a la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas considero que el “no” debería ser tan unánime como rotundo. Los únicos dueños de los clubes deben ser los socios y no agentes externos. El modelo de manejo actual en Argentina está muy lejos de ser un ejemplo y es por eso que, en lo inmediato, se debe trabajar en pos de una mejoría que aleje los espejitos de colores que plantean las SAD (como el ingreso de capitales extranjeros) de los clubes.
Creo que se tiene que encontrar equilibrio entre gestiones un tanto más empresariales (ya que el dinero que se mueve es mucho) y el respetar considerablemente la función social tan importante en la que se encuadran los clubes. Lo primero, define mucho al manejo de una SAD, sí, pero dentro de una SAD lo segundo pasa a ser casi utópico de conservar. Principalmente, entiendo que las Sociedades Anónimas Deportivas no son la respuesta, bajo ningún punto de vista, ya que éstas se rigen por el mercado y el mercado no entiende de empatía ni de pasión.
José Odisio: El “no” a las SAD no debería estar en discusión. Los clubes son de los socios y dejar que alguien con billetera se apodere de esa pasión resulta inadmisible.
Es cierto que el desmanejo financiero de los directivos generan que muchos clubes se acostumbren a vivir en la miseria. Y eso los afecta deportivamente. Y ahí es donde los impulsores de las SAD encuentran el hueco para tratar de meterse.
La realidad indica que las experiencias tercermundistas de clubes privatizados no fueron buenas. O acaso no recordamos el Blanquiceleste SA de Racing? Tal vez haya un veranito de sonrisas, pero al final es más probable que unos pocos engorden bolsillos y en muchos casos dejarán al club casi en ruinas. Ahí es donde no debe confundirse el socio, el hincha. No verse seducido por lo que sucede en algunos poderosos de Europa. En Argentina es inviable pensar en clubes privatizados. Lo que hace falta es controlar mejor los manejos de los directivos. A eso hay que apuntar.
Bianca Ossola: Las inclusión de la figura de las Sociedades Anónimas Deportivas a nuestro fútbol implicaría que los clubes dejen de ser de los socios y de las socias para estar en manos de empresarios. La esencia de los clubes tiene que ver, no sólo con el fútbol, sino también con la función social que cumplen, de llegar a estar manejado por empresarios dejaría de ser algo social para pasar a ser una mercancía. Así, los predios, los deportes amateurs, las intervenciones que se hacen en cada barrio de la ciudad, y todo lo que no de rédito económico, va a dejar de existir. Y así también, los que más tienen van a acrecentar sus ganancias, y los que menos tienen van a seguir teniendo cada vez menos. La llegada de las SAD a nuestros clubes y a nuestro fútbol puede llegar a generar cambios de nombres, de estadios, de identidad, esa que tanto nos diferencia, cómo quedó demostrado en distintas experiencias que se dieron en el mundo, principalmente en España. Y así llegan vendiendo espejitos de colores, soluciones mágicas, hasta que el empresario de turno se canse y se vaya, dejando a las instituciones vacías y fundidas en todo sentido. Los clubes son de las socias y de los socios. Por eso, NO a las SAD.
Planeta Newell’s.