En la conferencia de presentación fue muy enfático y contundente: “Trabajamos para jugar con dos sistemas diferentes”. Burgos no quiere dejar ningún detalle librado al azar y, desde que puso un pie en Bella Vista, marca el terreno. Lo que fundamentó en declaraciones, posteriormente lo sostuvo en la práctica. Porque en su debut ante Unión, Newell’s utilizó dos esquemas tácticos distintos. En el primer tiempo, sus dirigidos se posicionaron con un 4-1-4-1, con Pablo Pérez como eje en la mitad de cancha. Y en el segundo, con el ingreso de Llano por Giani, propuso un 5-4-1 que le permitió cubrir mejor el campo. Al margen de opiniones y debates sobre si su equipo jugó con tres o cinco defensores en el complemento, fue el propio entrenador quien reconoció en una entrevista con La Capital que efectivamente dispuso de esos dos dibujos tácticos.
Como primera medida, no puede sorprender que Burgos modifique su esquema en medio de un partido. La versatilidad forma parte de su ADN futbolístico. Y en todo momento, incluso mucho antes de arribar a Rosario, ponderaba la idea de que sus conjuntos tienen que adaptarse a diferentes dispositivos. Esta vez, la corrección se produjo en el entretiempo. Pero también puede surgir durante los primeros minutos o incluso en el final de un encuentro. Concretamente ante Unión, con el ingreso de Llano, el técnico buscó cubrir mejor los espacios y evitar que Cristaldo y Maxi realizaran un desgaste tan importante. Además, para esa función que requiere un despliegue físico tan considerable, el juvenil leproso es más apto que el Churry, que es más decisivo en los metros finales. Por supuesto que esta variante fue trabajada en los exigentes entrenamientos del flamante DT leproso.
Con el 4-1-4-1 inicial y fácilmente detectable, la Lepra tuvo en cancha la tradicional línea de cuatro. La particularidad fue que el carril derecho lo ocupó Capasso, quien originalmente es zaguero. Con este sistema, los extremos –Cristaldo y Giani – pensaron más en retroceder y ocupar funciones tácticas antes que atacar. También es cierto que con este ‘número telefónico’ el equipo dispone de un mediocampo muy poblado. Para sacarle jugo y exprimirlo al máximo, es vital lograr asociaciones entre los mediocampistas centrales. Allí se gestan el fútbol del equipo. Sin embargo, en el último tiempo, Newell’s no se destacó por hilvanar jugadas, realizar triangulaciones ni llegar al área rival con varias opciones.
es que difícilmente se repitan los mismos nombres, porque más de un jugador no ocupó su posición habitual y porque pronto estarán a disposición algunos lesionados. Sin embargo, como punto a favor, es ineludible que los futbolistas están acostumbrados a jugar con cuatro defensores y esto supone una ventaja cuando el tiempo apremia.
Por otro lado, el 4-5-1 permite ordenar al equipo y ubicar a muchos jugadores en lugares donde pueden potenciar su rendimiento. En materia defensiva, es apto para cubrir bien los espacios, respaldar mucho mejor al ‘5 y ser un equipo ancho en algunos momentos propicios. Además, un detalle no menor, es que tener tres zagueros eleva considerablemente el promedio de altura. Si bien Newell’s no sufrió en defensiva tampoco pudo hasta el momento explotar ese recurso en el área rival. Porque con Capasso, Lema y Cabral, hay opciones de intimidar en las pelotas aéreas ofensivas y cristalizar esta situación con goles a favor. También es interesante remarcar que los extremos (Cristaldo y Maxi) se encuentran más cubiertos por los carrileros (Llano y Negri) y pueden reducir su recorrido. Indudablemente, este esquema es cada vez más frecuente en diferentes formaciones del fútbol mundial y va camino a ser una verdadera tendencia.
El nuevo entrenador considera a la organización como un factor primordial porque quiere que “el equipo esté en condiciones vencer en una batalla táctica al rival”. Por supuesto que a cualquier dibujo que cobije a una alineación también hay que anexarles las características de los jugadores y los rendimientos individuales. En un línea de ‘5’, los carrileros pueden no pasar mitad de cancha o, en su defecto, también pueden entrar al área chica rival con pelota dominada, como sufrió la Lepra a Fabricio Bustos en el cotejo ante Independiente. Siempre los nombres, la actitud y la predisposición definen la mentalidad de un equipo.
Para poder explotar todo su potencial, con el dibujo que fuere, Newell’s tiene que rodear mejor a Scocco y abastecerlo de otra manera. Esa es una premisa. Kudelka intentó con diferentes maneras pero no fue suficiente. Ni siquiera los cambios de posición de Maxi pudieron romper la ecuación. Ante Unión, la Lepra fue un conjunto equilibrado y no sufrió en demasía. En el próximo partido, será relevante cumplir a rajatabla la otra parte del libreto. Porque para ganar con frecuencia, no alcanza solo con neutralizar al rival o esconder defectos. También se necesita generar juego y prolongar los ratos de buen fútbol que hasta ahora brillaron por su ausencia.
El NOB de Burgos debe rendir un nuevo examen ante el irregular Atlético Tucuman de De Felippe en un duelo de necesitados. Los números, que en este caso son incontrastables, indican que el Rojinegro está en el penúltimo lugar, lleva ocho partidos sin ganar y solo convirtió tres goles en seis partidos. Por lo visto ante el Tatengue, los jugadores se sintieron más cómodos y consistentes con el 5-4-1 y por lo tanto se presume el ingreso de Llano por el lesionado Giani. Claro que al margen de cualquier esquema y sustitución nominal, la mejoría debe reflejarse y solidificarse el lunes. Es fundamental para todos: Burgos busca afianzar su idea, los jugadores necesitan ganar confianza y Newell’s procura salir del fondo de la tabla.

Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s