El 19 de junio de 2013, Newell’s viajó hacia la provincia de Chaco para disputar su encuentro correspondiente a los octavos de final de la Copa Argentina. El rival era Talleres de Córdoba, que por entonces deambulaba por las diferentes categorías del ascenso, concretamente en el Federal A.
Aquella vez, contra un equipo de tres categorías menores, la Lepra cayó derrotado por 1 a 0, pero se fue aplaudido. ¿Por qué? Todos lo recordarán. Ese mismo día, el plantel dirigido por Gerardo Martino se coronó campeón del Torneo Final.
Casi seis años después, el mismo Newell’s debió disputar los 32avos de final de la misma competencia y nuevamente perdió contra un equipo del Federal A. Pero esta vez, la desazón de la gente fue notoria, y el rojinegro pareció tocar fondo.
Últimos en la tabla de los promedios para la próxima temporada, el conjunto del Parque Independencia fecha a fecha involuciona, y las derrotas cada vez le duelen más al hincha genuino.
Desde aquel equipo campeón, que también logró meterse entre los mejores cuatro de América, a este presente devastador. Desde la ida del Tata, ningún entrenador logró encontrar un rendimiento superlativo en cuanto a lo futbolístico, y solo Diego Osella es recordado con una sonrisa, más por el colchón de puntos logrado que por las proezas deportivas conseguidas.
Desde aquel julio del 2013 en que Martino le dijo adiós al club Rojinegro, pasaron 12 entrenadores diferentes, entre los que se cuenta cuatro interinatos. Alfredo Berti, Ricardo Lunari, Gustavo Raggio, Américo Gallego, Carlos Picerni, Lucas Bernardi, Juan Pablo Vojvoda, Diego Osella, Juan Manuel Llop, Fabián Garfagnoli, Omar De Felippe y Héctor Bidoglio tuvieron su chance en la Primera División.
Lo ocurrido frente a Villa Mitre de Bahía Blanca fue la gota que rebalsó el vaso, y significó tocar fondo para un plantel que no encuentra las respuestas. Luego de un inicio que parecía agua en el desierto, el equipo de Bidoglio se fue desinflando hasta llegar a este apático presente futbolístico que tranquilamente podría comprarse con lo hecho en su momento por Diego Cagna.
Newell’s deberá encontrar con inmediatez una solución al problema si quiere tener oportunidad alguna de zafar del descenso. A sabiendas de que el actual entrenador no será ratificado en su cargo al finalizar la Superliga, es momento de que el que llegue sea de jerarquía y con una idea clara. De lo contrario, el futuro del club del Parque de la Independencia parece estar claro en un horizonte que no pinta para nada bien.
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