Newell’s, en el debut de Ricardo Lunari, logró volver al triunfo, cortando la racha negativa. En líneas generales no fue un buen partido de los rojinegros, pero lo más importante era conseguir una victoria que le permitiera reponerse anímicamente. El nuevo entrenador interino de Newell’s probó con un cambio de esquema, utilizando cuatro mediocampistas y un doble nueve. A lo largo de los noventa minutos, ambos equipos tuvieron chances claras, pero el único que fue eficaz fue el local, que con un cabezazo de Salcedo se terminó quedando con los tres puntos.
- El 4-4-2: Lunari decidió cambiar el esquema para este partido, sumando dos juveniles: Acuña, acompañando a Cedrés en el centro, y moviendo a Banega a jugar por la izquierda, mientras que Mateo Silvetti ocupó la derecha. Newell’s tuvo los ya conocidos problemas en el retroceso, pero se profundizaron por las bandas debido a la escasa colaboración en la marca de los mediocampistas, lo cual el entrenador tuvo que corregir en el segundo tiempo con el ingreso de Pérez. Por otra parte, Lunari apostó por el doble nueve, un cambio que hoy no mostró química entre los jugadores, pero es algo a seguir trabajando para los próximos compromisos.
- La inclusión de los chicos: La titularidad de Acuña fue un error del entrenador. Si bien lo conoce y sabe de sus condiciones, era difícil asignarle tanta responsabilidad tan poco después de su debut. No obstante, fue un acierto el ingreso de Silvetti, una de las figuras del partido, ya que aportó mucho en el juego, el quite, y en varias ocasiones estuvo cerca de convertir.
- La nueva posición de Banega: Con el 4-4-2 y Acuña como volante central, Ever se vio obligado a jugar por el costado izquierdo. Con algunas pinceladas, se lo vio más cómodo en esa posición, principalmente porque no recibe la pelota de espaldas al arco rival y no tiene que retroceder tanto en el campo para darle salida al equipo. Sin embargo, deberá trabajar en los movimientos que permitan al lateral proyectarse por su banda.
- El partido de Macagno: El arquero de Newell’s fue clave en el resultado. Atajó varias pelotas importantes para evitar que el equipo comenzara perdiendo y también fue decisivo para mantener la ventaja cuando ya estaban arriba en el marcador.
- La defensa: Pésimo partido de la última línea leprosa. Aunque no contó con la colaboración de los mediocampistas, a excepción de Cedrés, el retroceso de Newell’s fue preocupante y los rendimientos individuales fueron muy bajos, exceptuando a Salcedo, quien, por algunos cortes y el gol, terminó siendo el mejor defensor del equipo. Velázquez estuvo muy impreciso, y los laterales, además de ser vulnerables a sus espaldas, no se proyectaron bien.