El equipo de Ricardo Lunari tuvo un flojo rendimiento y perdió claramente frente al Tatengue. Lunari planteó mal el partido, dejando el mediocampo descuidado y permitiendo a Unión controlar el juego sin mucha dificultad. Desde el inicio, un golazo de Mauro Pitton puso en desventaja a Newell’s y, en la segunda mitad, Nicolás Orsini aprovechó los errores defensivos para sellar el marcador 2-0. Nuevamente, el equipo rojinegro dejó una pobre imagen en cancha, destacando solo el esfuerzo de Matko Miljevic.
- El planteo de Lunari: Al igual que en partidos anteriores, el equipo quedó expuesto al jugar con dos juveniles sin experiencia en el mediocampo. La falta de marca quedó en evidencia en ambos goles de Unión, donde los jugadores rivales avanzaron sin oposición.
- El plan de juego: Newell’s volvió a mostrar un esquema dudoso, con una defensa adelantada y un mediocampo que no marca ni crea juego. La delantera, además, quedó aislada. Aunque Lunari tiene pocas alternativas, parece elegir las menos convenientes.
- Los cambios: Lunari debió corregir en el entretiempo, pero esperó demasiado. Cuando ingresaron Méndez, Cardozo y Ramírez, el partido ya estaba 2-0. Resultó extraño que Banega solo jugara diez minutos, pese a su potencial para aportar soluciones.
- Los juveniles: Fue un partido difícil para los más jóvenes de Newell’s. Acuña, como doble cinco, no tiene perfil de marca y quedó muy expuesto, mientras que Silvetti y González, en los extremos, no lograron hacer diferencia ni generar juego.
- Las ganas de Miljevic: Por tercer partido consecutivo, lo más destacable fueron las ganas de Miljevic. A pesar del pobre desempeño colectivo, el croata fue el único que intentó, corrió y llevó peligro al área rival.