Ribair Rodríguez arribó a la ciudad de Rosario el domingo para transformarse en refuerzo de Newell’s de cara a esta segunda mitad del torneo. Fue espectador de lujo del empate ante Boca, su ex equipo, y primeramente se sorprendió por el aliento de la gente y manifestó felicidad de estar en el club.
El jugador viene procedente de Danubio, del futbol uruguayo, donde ya tuvo pretemporada hecha y dos amistosos que le sirvieron para ponerse a punto desde lo físico. Mas allá de afirmar que “el ritmo del fútbol argentino es distinto al del uruguayo y lo agarrás jugando”, está listo para saltar al campo: “Si el entrenador ve que puedo jugar, voy a estar”.
Pese a tener un pasado en Tigre, Belgrano y Boca, le recordó a los hinchas qué clase de futbolista es: “Principalmente soy un jugador de contención, de marca, de ordenar al equipo”. No sorprendería que Bidolglio lo tenga pensado para hacer pruebas y rotaciones en el mediocampo entre Rivero, Cacciabué, Alzugaray y Bernardello. Los que mejor estén, conformarán la dupla de volantes centrales.
Sobre su llegada, afirmó que los jugadores lo trataron muy bien, a pesar del famoso “túnel” de bienvenida y que lo más importante es “conocer a los compañeros dentro de la cancha” y “potenciar a los más jóvenes”.
Una frase dejó un resabio de grandeza en los hinchas leprosos: “Vengo acá con la ilusión de pelear cosas importantes, como está acostumbrado Newell’s”. Finalmente aclaró que ante varios números para elegir de camiseta, Ribair Rodríguez usará el dorsal 26, que viene de dejar el “Rayo” Fértoli tras su partida a San Lorenzo.