Una de las malas noticias que recibió Newell’s en una semana convulsionada fue la de la lesión de Brian Sarmiento. El volante, quien ya estaba haciendo fútbol y palpitando su regreso a las canchas, sufrió un desgarro en el recto anterior derecho. Así lo comunicó la cuenta oficial de la institución en un tuit que generó polémica.
De esta manera, se comienza a barajar la posibilidad de que no haya tal regreso para el enganche. Las cuatro semanas que demanda la recuperación coinciden con la importante batería de partidos que el elenco de Omar De Felippe afrontará en el corto plazo. Por lo tanto, no habrá Clásico para Brian y la posibilidad de que su vuelta al césped traiga aparejada una redención futbolística son mínimas.
Este magro final que parece ineludible seguramente no es el que él soñó cuando estampó su firma como nuevo refuerzo el pasado 20 de julio de 2017. Es que las altas expectativas que traía consigo el ex-Banfield fueron inversamente proporcionales a su juego. Un poco provocado por el caos colectivo que terminó siendo el ciclo de Juan Manuel Llop, y otra parte provocada por la apatía que emergió de sus pies. Sarmiento nunca pudo consolidarse como ese conductor que llegaba para aportar rebeldía y desparpajo a un plantel que, por toda la jerarquía que había perdido, la iba a necesitar. Omar De Felippe apenas pudo influir en su juego, asumiendo pocos días antes de su grave lesión en el tobillo que lo marginó.
Lo cierto es que el impacto de la llegada de Sarmiento fue más resonante de la línea de cal para afuera que para adentro. Con un discurso muy compatible con los simpatizantes y un perfil alto tanto en los medios como en las redes sociales, logró un status de ‘jugador hincha’ que sólo se sostuvo desde lo verbal. En la retina del Mundo Newell’s todavía queda flotando la regular imagen que mostró el ’10’ ante el contexto desfavorable, con una débil imagen futbolística en el clásico de diciembre y un espíritu de rebelión que no pasó de lo periférico.
Es cierto que todavía no está dicha la última palabra, pero los condicionamientos del presente y la histeria generalizada no auguran la exhimición de Brian Sarmiento del ojo de la tormenta. Su vuelta dependerá más de una recuperación récord que de su voluntad. A esta altura, la salida del volante en el mercado de diciembre parece inminente.
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