Alan Aguerre sufrió una luxación de codo y estará, como mínimo, tres meses fuera de las canchas luego de un cruce, cuanto menos imprudente con Carlos Tévez, en la derrota ante Boca Juniors por 2 a 0. En Newell’s se sufrirá esto. Hoy es un jugador indispensable. Pero cómo fue su historia, a tal punto de tomar este valor.
El nacido en Buenos Aires llegó como suplente y terminó convirtiéndose en un baluarte del arco Leproso. Sus primeros 4 partidos en Newell’s los vio desde el banco de suplentes, porque el dueño del mismo era Nelson Ibáñez. En un momento en el cual todo era inestable, momentáneamente el ahora arquero del Tomba, custodiaba la valla. Pero duró poco. El 8 de septiembre de 2018 Omar De Felippe decidió que sea titular ante Atlético Tucumán por los octavos de final de la Copa Argentina. Aquél día el ex Vélez Sarsfield fue figura y le contuvo un remate a Ricardo Noir en la tanda de penales. Luego del partido declaró: “Vine a Newell’s a triunfar. Tengo mucha confianza en mí”.
Desde ese momento el arco leproso llevó un solo nombre, salvo un encuentro ante Argentinos en el cuál se jugó con suplentes, el de Alan Aguerre. Desde la llegada del uno, Newell’s disputó 56 partidos y en 51 de ellos fue Aguerre el que defendió los tres palos, siendo 4 veces suplente y en 1 juego no fue convocado. En 51 encuentros le convirtieron 52 goles, poquito más de uno por encuentro; mantuvo los tres palos invictos en 19 cotejos y acumuló más de 200 atajadas. Obteniendo un promedio de 4 atajadas por encuentro, un número espectacular.
Ahora llega el tiempo de Ramiro Macagno (23), arquero que vino a Newells de la misma manera que Aguerre. Con perfil bajo y con ánimo de remarla de atrás, en la temporada pasada disputó siete encuentros en la reserva, siendo fundamental en la victoria clásica 2 a 1 ante Rosario Central, en estadio visitante.
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