Poco se sabe. Hoy por hoy, el fútbol argentino está sobre un manto de duda. No hay indicios claros de cuándo retornará la actividad, es obvio, ni siquiera se conoce a ciencia cierta hasta cuándo se prolongará la pandemia del Coronavirus. Por eso mismo, los clubes tienen serias dificultades para programar el pago de sus obligaciones y salarios, a futbolistas y empleados de las instituciones. En el Rojinegro ya analizan cómo salir adelante aunque, por supuesto, tampoco están todas las respuestas.
La primera información en cuanto a este tema es la garantía que brindaría la televisión. Pagado marzo, en principio, llegó tranquilidad a los clubes. Ahora con abril, la situación será distinta y hay dudas sobre cómo tratarían este tema las empresas con los derechos de comerciar el fútbol. Aparentemente, llegarían a destino los 13.5 millones de pesos que suelen suministrar mensualmente. En el caso particular de Newell’s esto representa un alivio, pero no es la salvación. “Para algunos clubes, con esa plata ya está; para nosotros, la televisión representa no más de 25% de lo que tenemos que pagar. No nos alcanzan”, explican sobre la tesorería.
Por eso mismo, el segundo eje de cuestión y el más trascendental, es qué pasará con la plata de las cuotas societarias. La situación económica del país no es buena y sin lugar a dudas, el complicado momento sanitario del país, deriva en una profundización de la crisis. En la Lepra saben de antemano que lo más probable es que un buen número de afiliados prescinda de pagar, al menos por este mes. Ya se piensa en una estructura para contener el declive de ingresos: importantes descuentos, oficina de atención al socio virtual y pago de cuotas desde Boleterías Vip, son algunas de las medidas paliativas.
¿Ahora bien, qué pasará con los sueldos de los jugadores profesionales? A primera vista, la idea de la institución es la de pagar en su totalidad. Esto no implica necesariamente que se haga en los tiempos habituales, pero sí al 100% del monto total. Será una etapa en dónde se apelará a la comprensión de los que poseen los salarios más altos, para que sean los últimos de la cadena de cobro. Dentro de este segmento, también hay honorarios más pequeños, pero no por eso menos relevantes: los de los empleados. Suman 400 y en el Rojinegro, también tendrán que hacer frente a ese asunto.
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