Adrián Taffarel tiene 55 años. Será el director técnico de Newell’s hasta que finalice el año, al menos, por ahora. Llegó en el peor momento, con un equipo limitado en sus capacidades técnicas y físicas, pero también, emocionalmente. A la vista estaba: cualquier rival, sea mejor o peor, anteponía condiciones. Hoy el Rojinegro está muy lejos de ser el anhelo de cualquier hincha, no obstante, atrás dejó la falta de competitividad y logró rescatar 7 puntos sobre 12 en disputa.
Las formas cambiaron drásticamente y son algo que inciden directamente en el juego. Es así, aunque el propio entrenador asegure que para que haya cambios, tiene que haber personas nuevas que se involucren y que, contrapuestamente, el que “hable de cambios tácticos – estratégicos miente”, la Lepra no solo está reinventándose con chicos nuevos, sino que también desde la planificación de la pizarra. A la par de la historia del propio Taffarel, es más dura, más aguerrida, y, sobre todo, ordenada.
A continuación, 30 minutos de fútbol: qué acciones concretas se realizaron, la nueva posición de Nacho, el momento y las necesidades de Nicolás Castro, y en qué se arrepiente del partido contra Sarmiento de Junín, constituyendo uno de los aprendizajes que le dio esta nueva experiencia.
“Mi viejo se levantaba a las tres de la mañana y volvía a las cinco de la tarde de trabajar. Por eso, donde vivía, para venir acá (predio Jorge Bernardo Griffa) tenía que tomarme dos colectivos solo. Y viniendo en bicicleta, metía pata 8 kilómetros y llegaba”. Ese fue el comienzo de la entrevista con Planeta Newell’s y podría ser definida como la frase para comprender la estructura de pensamiento de Taffarel. Su pasado y su forma de llegar al Parque fueron sacrificio, ese mismo que exige a los suyos y que considera clave para llevar adelante el día a día.
– De esa primera etapa en la que te calzaste el buzo, en 1999. ¿Te acordás cómo fueron los primeros momentos como Director Técnico?
Acá (Newell’s) fue en 1999, pero empecé un año antes en el interior del país. Estaba Roberto Puppo como entrenador. Traje mi equipo de Chovet, para hacer un amistoso. Lo encontré a Roberto, estuvimos charlando y él me dijo si me gustaría integrar las inferiores. Arranqué con dos categorías: la 6º de rosarina y la cuarta.
– ¿Lo recordás como un momento trascendente en tu carrera?
Ahí tenía todas las expectativas de ser entrenador de primera división. Iba en búsqueda de eso. Quería hacer los pasos previos que son trabajar en inferiores, ir creciendo y llegar.
– ¿Cómo te encuentra la profesión hoy?
Creo que estoy muy preparado para la formación de jugadores. Y llegó esta posibilidad enorme que yo siempre digo, que todas las posibilidades cuando se presentan son en el momento justo. Se ve que no tenía que haber sido antes. Era hoy. Y hoy, me agarra bien plantado, físicamente bien. Lúcido y con muchísima fuerza. Estoy cumpliendo el rol que a los 32 años era mi sueño.
– Supongo, que además con la luz de seguir aprendiendo…
En la charla con los jugadores de primera les manifiesto eso, que soy grande de edad, pero tengo mucho para aprender. Muchísimas cosas eh… de los jugadores de primera división. En primera división no tengo experiencia. Si no dirigí nunca, son los cuatro partidos estos que me dieron la experiencia. Y se los he manifestado a ellos “muchachos, voy a fallar en muchas, pero no me quedo con las fallas. Las voy a arreglar.” Y es lo que le pido al jugador. “Podemos fallar, pero arreglemos lo que se hizo mal. Corrijamos”.
– ¿Y si pudieras marcar algo puntual que ya aprendiste, que te diste cuenta y lo cambiaste?
Por ejemplo, que el poner cinco defensores no te garantiza que no te hagan goles. Me hicieron dos goles (NdA: vs. Sarmiento). Que no me había pasado nunca. Y eso lo aprendí. Hay que poner lo justo, pero en ese momento lo hice convencido, y ahora me arrepiento. Lo hice convencido porque el rival jugaba de una manera, con dos delanteros, dos nueve adentro del área, y yo puse tres jugadores para marcar a dos, sin poderlos marcar.
– Me imagino que esa noche no dormiste…
No.
– ¿Es posible que los jugadores no hayan tenido la etapa formativa de una línea de cinco? Viste que muchas veces en inferiores juegan de una forma determinada y no la cambian nunca. Tal vez, hay un montón de jugadores que no tenían los conceptos para jugar con línea de cinco.
Es muy probable. También, sin ningún tipo de excusas. Jugué los dos partidos en cinco días y jugué prácticamente con la estructura que tenía ahí. Al tercer partido empiezo a cambiar la estructura. Empiezo a traer juveniles que son los jugadores que consideraba y creo que nos dieron un aire distinto.
– ¿Cómo llegaste a elegir a Jacob, a Campagnaro, a Benitez?
Los tenia vistos. Y, además, con la ayuda de Hernández, el director técnico de la reserva, y el chino (Aquino) que lo conoce muy bien a Jacob. Los lleve en la semana a entrenar, los volvimos a evaluar. Era complicado meter a todos esos juveniles con un equipo como Independiente, un equipo grande, no era cualquier equipo. Con delanteros que son de lo mejor del fútbol argentino: Velasco, para mi gusto uno de los mejores, Soñora…la verdad, ahora me pongo a pensar: corrí un riesgo bárbaro.
– Ese día la cancha apoyó muchísimo al equipo, pero era muy difícil…
Es que el riesgo estaba. Lo hablamos todo el tiempo. El tema es tomar decisiones. Nosotros como entrenadores estamos para tomar decisiones. A veces son buenas, otras no tan buenas, el tema es aceptarlas después y correr con las consecuencias.
– Para un entrenador es mortal quedarse en la espera, ¿no?
Sí, es un vacío tremendo. Si vos querés provocar un cambio en un equipo, tenes que provocarlos con otra gente. Porque si los cambios son con los mismos jugadores… ¿Qué cambio haces?
– O sea que para vos no existe el cambio a partir de la táctica y estrategia, es siempre desde los nombres…
Los cambios son con los actores. Cuando la pelota se mueve…si te tengo que empezar a mentir te puedo hablar de táctica, te puedo hablar de 4-1-4-1, 4-3-3, es todo mentira. Porque cuando la pelota se mueve, las tácticas se corren todo el tiempo. Por momentos defendés. Por momentos atacas. Como tenes que defenderte, lo mas prolijo posible, con mayor cantidad de jugadores que el rival para que haya superioridad numérica a favor. Y cuando lo atacas, ahí si te tenés que desordenar para que el rival no sepa por donde atacar.
– Vos siempre hablas de orden. ¿Qué significa buscarlo en decisiones concretas?
Encontrar el jugador que marque. Soy un convencido que manteniendo el cero en el arco, la chance de ganar está. Si vos te desproteges atrás, es muy difícil ganar. Me gustan los que le toque defender, que se destaquen en la parte defensiva. En juego aéreo, en cierres, los marcadores que punta si tienen duelos con los extremos, que los ganen todo el tiempo. Y si le pueden aportar algo…¿un defensor que tiene que lograr? Primero destacarse en su función. Después si le agrega algo al equipo, un pasaje, un desborde, un centro, es un punto a favor. Pero no es obligatorio.
– A mí me parece bien lo que estoy escuchando, pero en general, el paladar del hincha de Newell’s es bastante distinto…
El hincha de Newell’s tiene que apoyar y seguir en esta senda de seguir ganando, de mantener el cero en el arco. Y después, a lo mejor ese futbol que está acostumbrado el hincha de Newell’s puede llegar. Hoy el momento de Newell’s es este. De estar concreto en la parte defensiva, de que el rival no te pueda hacer daño y crear una situación para convertir un gol.
– Contra Unión la posición de Nacho fue otra. Estuvo más cerca de la zona de volantes. ¿Como nació esa búsqueda?
Lo tuve en divisiones inferiores, sobre todo en quinta de AFA. La posición en la que jugaba era ahí, atrás del número nueve: le ponía un nueve para que sostenga a los centrales rivales y que Nacho esté de frente a la cancha. Creo que la posición ideal de él es esa. ¿por qué? Porque tiene buen pie, porque tiene un arranque bárbaro, porque tiene remate de media distancia. En cambio, jugando al revés, jugando de espaldas, tiene más para perder que para ganar. Hoy físicamente está bien Nacho y está haciendo algo que no lo veía con otro entrenador. Hoy está recuperando la pelota, se tira al piso, se viene para atrás a la recuperación de pelota, está bien. Esta haciendo un desgaste enorme.
– Nico Castro fue uno de los jugadores que trajo más esperanza en el último tiempo, desde lo económico y lo futbolístico. ¿Físicamente está bien? ¿Cuál es su situación? Hoy pareciera que está en stand by…
Físicamente está bien. Tendria que estar mejor. Puede estar mejor. Es un chico de 20 años. El miércoles lo hice jugar un rato en reserva para que no pierda la parte futbolística. Nico es súper talentoso. Es un jugador con una cabeza futbolística distinta a muchos. Te puede meter un pase filtrado entre líneas para definir un partido, pero también tiene que aprender un montón de otras cosas. No debe perder tanto la pelota, debe meterse en la recuperación de la pelota. No solo hay que jugar cuando la tenemos sino cuando no la tenemos. ¡Lo va a hacer, eh! Porque escucha muchísimo. Es un muy buen pibe y tiene lo que muchos no tienen.
– Vos al equipo le pedís verticalidad, Castro es un jugador mucho más de rodeo y de horizontalidad. ¿Es por ahí también el tema?
¡Exactamente! A mí me gusta que el jugador sea vertical, que le de la menor cantidad de toques a la pelota para llegar al arco rival. No considero que haya que hacer una tenencia de la pelota de 14 o 15 toques para llegar al arco rival. Creo que entre menos toques hagas y más opciones de remates causes, tenés más posibilidades de ganar los partidos. Te voy a dar algo que dice Jorge Griffa: el resultado del partido no te lo da la tenencia, te lo dan los duelos. Los duelos que vos tengas con el rival. Si tenes la mayor cantidad de duelos ganados, vas a ganar el partido. Creo que ahí está el secreto del futbol.
– ¿Hablaste con Saldaña, qué te quedás si el equipo saca “x” cantidad de puntos?
No. Somos amigos de la época que jugábamos juntos en inferiores. Ni hablo de estas cosas. Pero uno las vive a esas cosas. Y como viene el futbol de hoy es sumar puntos. Es ganar puntos. Y después las decisiones que se tomen las tienen que tomar ellos. No puedo estar presionándolos ni pidiéndoles nada…me considero el entrenador de Newell’s.
– Lo que si está arreglado es que te quedás en Newell’s…
Si no me llegara a quedar en Newell’s, los mato (risas). Mi lugar es este. Eso esta hablado, esta hablado con Astore, esta hablado con Julio y Adrián Lanzoni. SI ellos eligen otro entrenador, quiero pertenecer a Newell’s.
– ¿Qué cosas se pueden cambiar, aunque parezcan mínimas?
Esta bárbaro lo que estamos haciendo con Fede Hernández, con el tema del que no le toque jugar en primera, lo haga en reserva. Eso nunca tenía que haber dejado de ser así porque, hay jugadores como el Pato Acevedo, que estuvo 3 meses sin jugar y cuando lo pusieron en primera le costó muchísimo. También, la conexión entre inferiores, reserva y primera tiene que estar sí o sí. No se puede trabajar en un club grande como Newell’s por sectores. Y, por último, potenciar muchísimo a las divisiones inferiores, nutrir a la primera división de jugadores de inferiores, con un par de jugadores de nivel que potencien esos jugadores.
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