Ningún club estuvo exento de imponderables en durante este calendario tan peculiar. Hubo mucho tiempo de inactividad, el fixture se comprimió y los casos de covid perjudicaron a todos los clubes. Este contexto no distingue ligas, instituciones ni momentos. Pero en el caso específico de Newell’s, la situación parece particularmente grave. La Lepra sufrió lesiones por doquier, tuvo sancionados en distintos partidos y también padeció positivos del virus que azota al mundo desde hace casi un año. Lo cierto es que algunos contratiempos se dan por situaciones fortuitas y otros por negligencia o errores propios. El escenario privó al conjunto rojinegro de disfrutar de varios de sus futbolistas y la enfermería leprosa suma nombres de manera cada vez más reiterada. Todo esto pudo haber repercutido en el rendimiento del equipo, pero está claro que hay responsabilidades compartidas y resulta importante marcar el contexto.
En primer lugar, Newell’s no sufrió demasiados positivos de covid-19. Al menos, por el momento, nunca se produjeron de forma masiva. No existió una ola de casos como sí pasó en otras instituciones. Guanini lo contrajo antes de empezar la pretemporada, Barlasina es el tercer arquero. Y otros nombres, como Alexis Rodríguez o Julián Fernández se recuperaron relativamente rápido. Quién más le costó la recuperación fue Nicolás Castro que, pese a tener el alta sanitario, debió esperar bastante tiempo para sumarse a la par de sus compañeros. En cuanto a las medidas protocolares, NOB no cometió ningún tipo de infracción y la situación corrió dentro de los parámetros normales.
Distinto es el caso de las lesiones. Las hubo y las hay de distinta índole. De corta y larga de recuperación. Por golpes accidentales o lesiones musculares. Se trata de un flagelo que la Lepra sufrió en demasía a lo largo de toda la competencia. Aguerre, Scocco – la principal carta ofensiva -, Francisco González, Aníbal Moreno, Julián Fernández, Facundo Nadalín, Fabricio Fontanini, Mateo Maccari etc se han ausentado en más de una oportunidad por problemas físicos. Claro que, ante tantas bajas, la estructura de Kudelka se vio resentida y no pudo gozar de continuidad. Y este inconveniente roza de cerca al cuerpo técnico rojinegro. Porque en las últimas semanas se cuestionó el trabajo del preparador físico Mauro Ceruti. Ante tantas complicaciones, es evidente que se falló en la preparación o en la carga física. Los resultados hablan por sí solos y son elocuentes.
Otro hecho interesante para puntualizar es que Newell’s sufrió cuatro expulsiones en los 11 partidos que disputó. Y, salvo alguna excepción como la tempranera roja a Fontanini ante Talleres, el resto llegaron por deficiencias de los jugadores rojinegros. Gabrielli dejó a sus compañeros con un hombre menos en el primer tiempo ante Boca a partir de una inocente falta en mitad de cancha. Guanini puso en riesgo la victoria ante Estudiantes por su rendimiento pero también por su expulsión. Y Pablo Pérez recibió la segunda amarilla en Mendoza negando la posibilidad de usufructuar el jugador de más que el equipo tenía hasta ese entonces. Estos problemas no solo influyen en el momento sino también en la ausencia para el partido siguiente. Y muchas de estas infracciones parecieron evitables. Algunas se produjeron por falta de concentración, mientras que otras se podían haber impedido con buena lectura de juego e inteligencia.
Todos estos imponderables, errores propios y hechos fortuitos influenciaron en el rendimiento del equipo. Negar lo obvio sería una terquedad. Pero, más allá de eso, Newell’s tiene un plantel más amplio que muchos de los rivales que enfrenta. Y además, no disputa duelos internacionales como sí lo hicieron y aún lo hacen varios de sus contrincantes en la primera y segunda etapa de la Copa Maradona. Por eso, si no se cumple ningún objetivo planteado, estas adversidades podrán ser un motivo válido para atenuar a la responsabilidad del entrenador pero, de ninguna manera, justificarán el paso sin pena ni gloria del Rojinegro, que hoy ve la definición por el título desde muy lejos.
El próximo partido en Avellaneda y, especialmente, lo que eventualmente suceda en la semana siguiente definirán si Newell’s se quedará con algo por rescatar de este certamen o, por el contrario, profundizará la decepción que se produjo cuando quedó relegado a la zona de perdedores.
Licenciado en Comunicación Social. Master en Periodismo Deportivo.
Periodista en De Leprosos y Canallas. Redactor en Planeta Newell’s