El día que nadie quería que llegue, llegó. Maximiliano Rubén Rodríguez se retiró oficialmente como futbolista profesional. El anuncio de este hecho se dio post gol y victoria ante Central Córdoba (SDE) aunque su idea ya estaba fija en su cabeza desde hace tiempo. Fueron 22 años de carrera tras su aparición el 14 de noviembre de 1999 con Newell’s. En el medio tuvo paso europeo, Selección Argentina y títulos.
La mitad de su carrera la vivió en el club de sus amores, siempre por elección propia y porque el corazón y los colores tiran más que la situación económica. Como dijimos, su debut oficial fue a mediados de noviembre de 1999 en el empate 1-1 contra Unión de Santa Fe de la mano de Andrés Rebottaro, con la camiseta número 26 en la espalda e ingresando a los 22 minutos del segundo tiempo por Fabricio Fuentes. Su primera etapa en el club duró tres temporadas y fue vendido al Espanyol de Barcelona.
Desde el comienzo se notaba que era e iba a ser un jugador distinto, con destellos de calidad, rapidez, calidad y goleador. No es muy común ver a un extremo ofensivo que marque tantos goles pero el caso de Maxi fue totalmente diferente, ya que en 60 partidos convirtió 20 goles, un promedio alto (0,33) para un fútbol, en ese entonces, no tan dinámico.
Su jerarquía a su corta edad llamó la atención de equipos europeos y decidió irse a España. Sumando los tres equipos (Espanyol, Atlético de Madrid y Liverpool) permaneció 10 años consecutivos en ligas del primer nivel del Viejo Continente, con título incluido. En plena vigencia en Inglaterra, La Fiera decidió volver a mediados de 2012 para darle una mano a un Newell’s que estaba fundido por Eduardo López y que prácticamente necesitaba un milagro para no descender. No sólo él volvió, sino que siguieron su camino Gabriel Heinze y Nacho Scocco y, sumado a la dirección técnica de Gerardo Martino, el club pudo cumplir con el primer objetivo.
El equipo jugaba de una manera muy suelta, elegante y tenía un estilo de juego parecido al que tiene Pep Guardiola en sus equipos: mucho toque, tranquilidad, confianza para ese pase “difícil” y esperar a que se generen espacios. En base a ese estilo, Newell’s iba a conseguir el Torneo Final un año más tarde, siendo éste el único título que logró en la Lepra y, según él, el más importante. El resignar millones de dólares en contratos valió la pena porque logró la gloria con el club de sus amores. Podía salir bien o mal, y salió perfecto. Su gol ante Racing para ganarle 4-3 sobre la hora en el Coloso por la Fecha 11 se convirtió en un partido y en un gol clave que ponían al equipo como serio candidato a la obtención de la estrella, logro que iba a llegar en Junio.
En los cinco años que duró el segundo ciclo de MR11 su nivel seguía a un nivel muy alto, siendo uno de los emblemas leprosos tanto a nivel local como internacional. Con su jerarquía intacta, los goles siguieron cayendo y fue subiendo en la tabla de goleadores históricos del club, llegando a los 76 y ubicándose en el quinto puesto. Uno de los mas recordados a nivel club fue el que le marcó a Central como visitante en el minuto 93. Sólo un jugador inteligente podía estar atento a un rebote de un córner que él mismo había ejecutado: capturó la pelota, avanzó unos metros en soledad y la puso en el segundo palo del arquero Sosa. Gol y locura en cancha ajena, un clásico que siempre será recordado por ganarlo sobre la hora.
Este capítulo iba a finalizar a mediados de 2017 por diferencias muy marcadas con la Comisión Directiva, comandada en ese momento por Eduardo Bermúdez. Entre lágrimas, anunciaba en rueda de prensa que se desvinculaba del club por dicho motivo, pero prometía volver a retirarse en el club que lo vio nacer. No se fue muy lejos (Peñarol de Uruguay) por eso su regreso siempre estaba latente y no se dudó nunca de que no iba a cumplir con su palabra.
Con 56 goles en 156 partidos (0,36) más 15 asistencias, finalizaba su contrato y se marchaba nuevamente de su casa.
Tras un año y medio en Uruguay donde consiguió tres títulos, el 27 de diciembre de 2018 se hizo oficial su segunda vuelta al club para iniciar así su tercer y último ciclo. La gestión fue llevada a cabo por Sebastián Peratta, en ese entonces, Director Deportivo del club y amigo de La Fiera. Ambos entendían que su carrera no podía terminar fuera de Newell’s y mucho menos con una situación conflictiva con la CD. Rápidamente, en enero de 2019, convertiría otro golazo que será recordado por mucho tiempo. Fue ante Boca en el empate 1-1 en el Parque colgándola del ángulo. La leyenda continuaba pero el final se acercaba.
El 2020 fue un año que le costó mucho a Maxi Rodríguez ya que la pandemia hizo que la actividad deportiva se detuviera y no se entrene de una manera adecuada. A sus 39 años que le suceda eso es sin duda un problema y un motivo principal para anunciar su retiro, pero eso no sucedió y siguió adelante para retirarse con su gente. Al final de dicho año iba a continuar haciendo historia: el 23 de noviembre le convirtió a Talleres en la igualdad 1-1 y alcanzó los 89 tantos, alcanzando a Alfredo Obberti en el tercer puesto. Un mes más tarde, en la goleada 3-0 ante Godoy Cruz, alcanzó los 90 gritos, misma marca que “Cucurucho” Santamaría y subió al segundo escalón de manera compartida.
Con lesiones musculares a cuestas durante el primer semestre de 2021, los minutos de juego del delantero fueron disminuyendo y cada vez le costaba más volver a encontrar ritmo futbolístico. Su último contrato firmado con el club finalizaba en Junio de ese año, pero no quería decirle adiós al fútbol y a la gente leprosa estando lesionado y fuera de las canchas. Por eso luchó, volvió y renovó por seis meses más. Los minutos no eran los esperados por él. Siempre entraba desde el banco y hasta hay veces que ni siquiera concentraba, pero siempre fue un señor y con respeto se aguantaba la realidad. Cuando entraba demostraba que la jerarquía e inteligencia seguía intacta y que merecía más tiempo de juego.
El 24 de noviembre iba a llegar el último tanto convertido como jugador de Newell’s. Estaba por ingresar y Newell’s tenía tiro libre a favor que iba a ejecutar Nacho Scocco. Tras un breve convencimiento, MR11 le ganó la pulseada y, siendo la primera pelota que tocaba, remató al palo del arquero y decretó el 1-0 definitivo en casa ante Central Córdoba. Ese fue el gol número 95 con la camiseta leprosa, marca que lo deja cómodo en el segundo puesto de la tabla histórica.
Con el partido de ayer, la carrera de la leyenda leprosa llegó a su fin. Con 285 partidos en su espalda, 95 goles y 21 asistencias, se retira uno de los grandes ídolos que tiene y tendrá la gloriosa institución de Newell’s Old Boys. El promedio da justo un gol cada tres partidos, un promedio altísimo para un jugador que no se lo considera “goleador”. Ahora, como expresó post despedida ante Banfield, lo seguiremos viendo pero no dentro de un campo de juego, sino desde la platea alentando a su amado equipo.
Sin dudas que su presencia en el campo se va a extrañar muchísimo. Se convirtió en ídolo de muchas generaciones y difícilmente alguien se olvide de él o, los más jóvenes, no le hablen de “La Fiera” a sus hijos. Se va el capitán y con él, miles de lágrimas del pueblo leproso que lo extrañarán siempre.
Desde nuestro espacio, no nos queda otra palabra que decirte que no sea ¡GRACIAS! Gracias por todo, por tu fútbol, tus goles, tu inmensa pasión por el club. Estamos eternamente agradecidos por todo lo que resignaste para volver. De seguro nos volveremos a ver. ¡GRAC11AS MAX11!
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