Habiendo debutado en junio de 2016 con la camiseta de Newell’s, de la mano de Carlos Picerni como interino del primer equipo, Franco Escobar jugó 35 partidos con camiseta de la Lepra. A fines de 2017 emigró al Atlanta United de Estados Unidos para sumarse a un nuevo proyecto futbolístico y así consagrarse campeón de la MLS bajo el mando técnico de Gerardo “Tata” Martino.
En una charla exclusiva llevada adelante en el Edificio Jorge Griffa, el defensor habló y opinó sobre varios temas: su actualidad, Atlanta, la MLS, Newell’s, Argentina y mucho más.
¿Cómo estás en tu llegada a Rosario?
Bien, muy bien. Necesitaba un poco estar en la ciudad, ver a mis amigos y descomprimir la cabeza ya que fue un año muy desgastante. No parás nunca. Te cansa y más si no ves a tus amigos y a la familia.
¿Cómo viviste la posibilidad de jugar en Atlanta?
Cuando mi representante me comentó sobre que existía la posibilidad no lo dude principalmente por dos cosas. La primera es que Martino ya estaba allá en Atlanta, me parecía que era un gran paso en mi carrera el ser dirigido por él. Creo que era un buen paso hacia adelante. Y la segunda es que en Newell’s no estaba teniendo la continuidad que yo quería y necesitaba cambiar de aire. Necesitaba jugar y acá no tuve la posibilidad que hubiese querido. Fueron los dos puntos fundamentales, el “Tata” y que quería poder jugar.
¿Con qué te encontraste en el Atlanta?
Me esperaba encontrar con mucho. El estadio y el centro de entrenamiento que se veía todo muy espectacular. Así y todo cuando llegué me di cuenta que era aún más y me terminé sorprendiendo igual. Es todo a nivel máximo. Con los jugadores y los cuerpos técnicos coincidimos en que está a un nivel europeo.
¿Le falta algo a la MLS?
Es una liga nueva, no tiene muchos años compitiendo. Se empezó a hacer fuerte hace poco y en algunos años va a ser una liga mucho más competitiva de lo que muchos piensan. Tiene muchísimos jugadores jóvenes y eso le hace tener muchísimo futuro. Con contratos de 4 o 5 años para los chicos se hace que la liga tenga cada vez más nivel para el día de mañana. Tiene todo a su favor la liga, desde la infraestructura hasta la capacidad económica.
¿Cuáles son la diferencias en el modo de trabajar día a día?
Como tuve un técnico argentino era igual que acá prácticamente. Por lo menos en Atlanta, con el “Tata” era igual que en Argentina. Ya estaba acostumbrado a esa manera de trabajar y muchos de los sudamericanos con los que comparto plantel también lo estaban.
¿Cómo es esa relación con tus compañeros en Atlanta?
Hay un grupo muy grande de sudamericano, el cuerpo técnico es sudamericano. Los médicos o kinesiólogos son colombianos o de México. Con el idioma no tenes mucho problema en el club porque mucha gente habla español y entonces se pierde el practicar inglés por el hecho de que en realidad no te termina haciendo falta. Igualmente está bueno y es importante aprender y estudiar para poder comunicarse fuera de los entrenamientos o con los otros compañeros que no hablan español.
¿Cómo es Atlanta?
Atlanta es una ciudad muy grande. No es tan turística como otras pero la verdad es que es una ciudad muy linda. Tiene mucho bosque, mucho verde. Es una ciudad donde podes encontrar todo. La gente es muy amable, muy servicial. Para vivir es una ciudad muy linda.
¿Cómo es la relación con los otros jugadores sudamericanos más allá de con quienes compartís plantel diariamente?
Con todos los chicos sudamericanos hay buena onda y se entabla un diálogo cuando te los cruzas por sabernos de acá. Más que nada pasa con los que son argentinos.
¿Con jugadores de Newell’s que están allá como Gastón Sauro o Milton Valenzuela hay relación?
Sí. Hace poco estuve en la casa de Gastón en Columbus después del partido. Con Milton también, tenemos relación desde que jugabamos acá, y cuando jugamos en contra (Atlanta United vs Columbus Crew) cambiamos camiseta. Ya dijimos que ahora que él también está acá nos vamos a juntar para tomar algo y charlar un rato.
¿Cómo se vive Argentina estando afuera teniendo en cuenta como está el país en un constante estado de cambio?
Cuando estás afuera por ahí no tenes tanta dimensión de lo que pasa porque no lo vivís. Estás centrado en los entrenamientos, en la ciudad y el día día. Por ahí cuando hablas con la familia o con amigos te cuentan cómo están las cosas y ahí podes mas o menos entender cómo está la cosa. Cuando llegas acá podes ver y dimensionar mejor las situaciones que pasan.
¿Y pasa algo similar respecto a la actualidad de Newell’s?
Pasa en algunas cosas. En cuanto al sentimiento y al verlos partidos. Si se gana está todo bien y si se pierde uno se pone mal por los amigos y por lo que siente uno por el club. Uno estando a la distancia siempre quiere que a Newell’s le vaya bien. En la toma de decisiones y cosas más internas no se toma dimensión porque al no estar acá uno no sabe bien cómo viene la mano. Hablando con los chicos te enterás de muchas cosas buenas y otras que no están tan buenas. Se que Newell’s está en una situación difícil pero sin estar acá uno no lo palpa y por ahí no contempla la gravedad de una u otra situación.
Antes hablábamos de la cuestión de infraestructura y estando sentados acá se me ocurre preguntarte ¿cómo ves el tema del hotel?
Es muy bueno porque terminás de entrenar, te bañás, almorzás y te vas a descansar. Ricardone estaba bueno pero terminas de entrenar y tenés que hacer un viajecito para ir a almorzar y después poder descansar. Con el tiempo es un desgaste más. Tener un edificio así en el centro de entrenamiento es una comodidad que se transforma en algo mucho mejor para el jugador. Es algo que creo que va a servir mucho.
¿Dónde te ves en unos años?
La realidad es que no pienso en eso. Estoy enfocado en que el año que viene tenemos que hacer un buena campaña nuevamente con el Atlanta. Hay que jugar Concachampions y hay muchos desafíos por delante donde lo fundamental será mantener el nivel y la esencia del Atlanta. Obviamente que tengo sueños y ganas de seguir progresando pero hoy estoy muy cómodo y muy contendo. Atlanta me dio mucho, me dio continuidad para poder jugar, que por suerte pudimos salir campeones, y la verdad es que yo me siento muy agradecido para con todos.
¿Cómo viviste esa consagración?
Fue un día espectacular. Un momento único. El equipo se preparó para eso, habíamos hecho unos play-off impresionantes y no queríamos que se nos escape. Se nos había dado todo, jugábamos muy bien, definíamos de local, y teníamos todos los jugadores a disposición. Estábamos en un momento donde sentíamos que era nuestro momento y nuestro año para salir campeones. Por suerte se dio y nosotros lo festejamos muchísimo.
¿Como hay que definir esa localía del Atlanta United?
Es algo impresionante. Tenés que estar ahí y vivirlo para sentir lo que te digo. Son 70.000 personas que te alientan y cantan todo el partido. Te motiva mucho. Sacás fuerzas desde donde no tenés cuando estás cansado. Te sentías realmente muy local. Siendo de Sudamérica y teniendo en cuenta que acá jugás siempre con el estadio lleno con la gente alentando vas allá y pensas que no va a ser así. Uno cree que en Estados Unidos la gente va a los estadios a estar sentado y callado y nada que ver. La realidad es que el Atlanta tiene algo muy sudamericano en ese sentido.
¿Se entienden esas canciones que se cantan desde las tribunas?
Sí, inclusive algunas de las canciones son en español. Creo que algunos de los que inciden ahí en la tribuna son sudamericanos así que escuchamos las canciones y al menos esas las entendemos jaja.
¿Las 70.000 personas que se ve en el estadio luego se traslada en la calle?
En la calle sos casi un más. Por ahí algunos tienen más influencia en la gente que otros pero es muy tranquilo. Por ahí a Josef (Martínez) o a Miguel (Almirón), que son las figuras, los pueden molestar un poco más en la calle pero en Atlanta uno puede hacer una vida tranquilo fuera de lo futbolístico. Podes ir a comer algo antes o después de los partidos y la verdad es que la gente te deja hacer tu vida con tranquilidad. La gente es muy respetuosa, si perdiste y te cruzan en la calle no te van a decir nada y si ganaste por ahí van y te saludan. Quizás es lo que debería pasar en todos lados en realidad. Es un deporte donde todos queremos ganar, los jugadores dejamos todo y aveces se da y avece no, allá eso la gente también lo entiende así. De un modo u otro eso al jugador le transmite tranquilidad para poder vivir y trabajar mejor para mejorar cuando las cosas no van bien. Acá cuando los resultados no se dan uno sabe que la mano se pone complicada y la intranquilidad esa no siempre ayuda. Son países muy diferentes donde se piensa también muy diferente. Ojalá que algún día eso se pueda cambiar para mejorar en ese aspecto.
Para finalizar ¿cómo se viene tu estadía en Rosario?
Muchos de los chicos de Newell’s con los que hablé también se van de vacaciones así que seguramente los veré a todos cuando comience la pretemporada y pase un día a saludar por acá. Ya hablé con los utileros y con varios que ya no están acá pero igual voy a pasar a saludar.
Por último, Franco Escobar se animó a la clásica entrevista Ping-pong de Planeta Newell’s:
Periodista.
Fanático del Scrabble.