Newell’s igualó en su incursión a Arroyito en el enésimo empate del historial. La Lepra se adelantó en el marcador a través de una pelota parada capitalizada por Cristian Lema, pero dos minutos después Claudio Riaño igualó las acciones de manera definitiva. Pese a la oportunidad que se le escapó, fue un correcto partido del equipo rojingro, que por primera vez en mucho tiempo entendió cómo jugar y de qué manera pararse en un partido de esta magnitud. A continuación, el análisis de cada uno de los futbolistas que intervinieron bajo el mando de Frank Kudelka.
Alan Aguerre: Una tarde floja como pocas desde que es leproso. Se mostró dubitativo en muchas acciones y con responsabilidad directa en el gol rival. Abusó del pelotazo en las salidas. No obstante, aportó una atajada clave ante Diego Zabala cuando el trámite estába 0 a 0. No transmitió seguridad.
Ángelo Gabrielli: Llegó a esta cita con sólo un partido de titular en su espalda y se mostró suelto pese a ello. Su labor se destacó en la primera mitad, controlando a Zabala y aportando proyecciones criteriosas. En el complemento, su rendimiento fue bajando producto del poco apoyo de los delanteros en el retroceso y un buen ingreso de Lucas Gamba en el local, que lo obligó a jugar mano a mano. Está demostrando un mayor abanico de recursos que su competidor Nadalin.
Cristian Lema: Marcó él gol leproso y ratificó su dominio de las áreas. Tiene responsabilidad relativa en el gol del empate rival, aunque más allá de esa acción no sufrió. Sebastián Ribas no fue un problema para él y en ese duelo particular logró imponerse. Registró 8 duelos ganados sobre 10 disputados. Prefirió no tomar demasiados riesgos a la hora de la salida desde abajo. Uno de los argumentos más sólidos de este equipo.
Santiago Gentiletti: Otra actuación sólida y tiempista, más allá de algunos errores de lectura puntuales. No sufrió el emparejamiento con Riaño y en el costado izquierdo junto a Bíttolo sufrieron poco. Es uno de los jugadores que ejecutó la cortina en el gol rojinegro. Junto a Lema brindan una seguridad que hace tiempo no se veía por estos lares.
Mariano Bíttolo: Se lo notó nervioso en el arranque pero con el correr de los minutos se fue asentando. En la previa, había algunas dudas sobre cómo se impondría ante Ciro Rius pero el extremo rival casi no tuvo oportunidades de desequilibrarlo. No obstante, se proyectó a cuentagotas. Fue de los más regulares en un partido trascendente.
Jerónimo Cacciabue: Fue de mayor a menor en el partido. Tuvo un arranque activo bloqueando a Leonardo Gil y presionando con coordinación junto a Julián Fernández. En el segundo tiempo, debió correrse a la derecha para auxiliar a Gabrielli y perdió precisión y claridad para pasar. Otra vez volvió a ser clave para que el sistema de presión leprosa funcione. Lo mejor de el “Aviador” todavía está por verse.
Julián Fernández: Tuvo un gran primer tiempo donde ganó prácticamente todas las pelotas divididas y auxilió a los centrales en ese mano a mano que propuso Diego Cocca entre sus delanteros y la zaga. En el complemento sintió el gasto como casi todo el equipo e incurrió en algunas imprecisiones, por ejemplo, equivocar el primer despeje en la jugada que derivó en el empate. De todas formas, aprobó su primer Clásico.
Denis Rodríguez: Se jugaba una parada clave reemplazando a Formica y cumplió a medias. Aportó más al sistema y sin pelota que en jugadas puntuales a la hora de tomar decisiones. Fue importante para defender la espalda de Maxi y relevar a Cacciabue cuando presionó alto, pero le costó agilizar las jugadas y tomar la decisión correcta en cada contacto con la pelota. Una actuación discreta pero utilitaria.
Maxi Rodríguez: Se dice que el esfuerzo le gana al talento cuando éste no trabaja lo suficiente. Tomó nota de ello el capitán y fue uno de los puntos altos para sostener a Newell’s tanto en lo futbolístico como en lo anímico. Cuando dispuso de la pelota, fue punzante e hizo jugar vistiéndose de Formica. Y sin ella, se puso el overol corriendo y disputando cada pelota. Ganó 8 de 12 duelos totales, recibió 3 faltas y se movió por todo el frente de ataque para evitar otorgar referencias al sistema defensivo rival. Fue el conductor y la bandera del equipo.
Lucas Albertengo: Fue un partido muy forzado para el “Flaco”, que debió trabajar más por el equipo que lo que el equipo trabajó para él. La movilidad de los tres Rodríguez y la cantidad de pelotas altas que se jugaron lo obligaron a tener que estar muy pendiente de no ser absorbido por los centrales rivales y eso le quitó frescura a la hora de trazar sus habituales diagonales. A la hora de presionar y cortar líneas de pase, se lo vio trabajando tanto por derecha como por izquierda. No tuvo contacto con la pelota dentro del área, una prueba cabal de su partidoLa dinámica del partido le quitó finura.
Alexis Rodríguez: Mezcló buenas intenciones con despistes inoportunos. Se perdió una oportunidad inmejorable frente al arco en la primera parte, y en la segunda etapa le cometieron un penal que el árbitro Andrés Merlos omitió. Cuando Newell’s logró desplegarse y atacar con panorama, trazó interesantes diagonales de afuera hacia adentro. Tras el empate rival, en dos ocasiones consecutivas condujo de cara al arco de Jeremías Ledesma pero, por indecisión y falta de justeza, no pudo finalizar las jugadas. Funcionó a cuentagotas.
Lucas Villarruel: El volante ingresó a falta de 14 minutos con la tarea de reorganizar una mitad de cancha que se estaba quedando sin músculo, que no cubría bien los espacios como antes que y sufría el ida y vuelta que el partido presentaba.
Francisco González: Ingresó por un Alexis Rodríguez extenuado que ya no estaba colaborando en los retrocesos. No gravitó.
Frank Kudelka [DT]: El entrenador acertó el planteo como hacia mucho que no pasaba en Newell’s. La Lepra fue audaz en rodeo ajeno y tomó los recaudos necesarios para controlar a su rival. Suplió la baja de Formica con Maxi reemplazandolo en su función y Denis, Alexis y Albertengo trabajando a su alrededor. Además, diagnosticó con precisión una de las falencias de Central: la marca zonal en las pelotas paradas, así se gestó el gol de Lema. La inmediata respuesta rival al gol leproso no le permitió poder cambiar las fichas a tiempo. Con las modificaciones, el equipo no mejoró la producción pero pudo apaciguar el ritmo tras varios minutos de ida y vuelta. Newell’s culmina la primera parte del campeonato con 10 de 15 unidades y un funcionamiento que aparece y permite solidificar las bases, incluso ante escenarios hostiles como éste. Ahí se está notando la mano del entrenador.
Planeta Newells | A Dos Canchas