Newell’s sumó su segunda derrota consecutiva en esta Superliga y el rendimiento del equipo volvió a preocupar a propios y extraños. La Lepra cayó por 1 a 0 ante Talleres tras un solitario golazo de Martín Payero en una tarde donde, pese a contar con el apoyo de su público en La Docta, no pudo plasmar el juego que le permitió trazar un gran arranque de campeonato. A continuación, la lupa puesta sobre los protagonistas que incidieron en el cotejo disputado en la tarde cordobesa.
Alan Aguerre: Sostuvo al equipo en el momento más crítico de la primera parte, estirándose sobre su derecha y conteniendo el penal de Nahuel Bustos. Nada que hacer ante el furibundo remate de Payero. Al margen de esas dos acciones, no pasó mayores sobresaltos en el partido. El punto más firme de la defensa.
Facundo Nadalin: No aprovechó su oportunidad de reinsertarse entre los titulares. No mejoró la producción de Gabrielli, le ganaron su sector en la jugada previa al gol rival y su aporte en ataque fue casi nulo.
Cristian Lema: Venía redondeando un muy buen primer tiempo hasta su error infantil en la jugada del penal. A partir de allí, le ganó la zozobra y perdió seguridad a la hora de jugar y anticipar jugadas.
Santiago Gentiletti: Cometió dos errores muy notorios que derivaron en las acciones clave del partido: pérdida de posición por cerrar mal ante Valoyes en la jugada que derivó en el penal, y un defectuoso despeje al centro que Payero capitalizó en el único gol del partido. Luego, su partido fue correcto, pero esos despistes mencionados costaron los tres puntos.
Mariano Bíttolo: El Tano levantó el nivel en el contexto de otra actuación floja del colectivo en general, pero otra vez no alcanzó. Si bien el zaguero estuvo sólido en la fase defensiva, su actividad ofensiva estuvo limitada por la pegajosa marca que le propició Franco Fragapane. Tal es así, que en la única jugada donde pudo desprenderse, casi llega al gol en una transición ofensiva. A la hora de administrar los envíos aéreos y las pelotas paradas, no aportó soluciones.
Lucas Villarruel: Tuvo un correcto partido desempeñándose como volante central y demostró que es el reemplazante natural de Fernández, no de Cacciabue. Entregó la pelota con seguridad y estuvo atento a la hora de anticipar y realizar las coberturas. 82% de pases precisos, 2 intercepciones y 5 de 6 duelos ganados.
Julián Fernández: La función que le reasignó Kudelka minimizó sus virtudes y no le permitió tener un rendimiento óptimo. En su función de interior vigiló bien a Pochettino, pero no cumplió con la función de nexo y conector que un volante interior debe tener. Su función natural es la de mediocentro, y junto a Villarruel el equipo pierde generación y dinámica ofensiva. Aún así, fue de los puntos más altos nuevamente.
Mauro Formica: El punto más bajo de la Lepra en la tarde de ayer. El Gato confirmó que todavía no está a punto físicamente y que perdió terreno competitivo. En un partido de presión y contrapresión, el ritmo impuesto por Talleres se devoró a un jugador que, si bien es importante con la pelota, en la dinámica general del juego divaga en la intrascendencia cuando no está al ciento por ciento.
Lucas Albertengo: Sufrió todo el partido la falta de alimentación por parte de los volantes. En muchas situaciones, se encontró en absoluta soledad ante la pegajosa marca de los zagueros rivales. Y cuando dispuso de espacios, perdió tiempo maniobrando y los ataques se diluyeron. Otra actuación muy floja para el jugador que más sufrió el bajón colectivo generalizado de los últimos partidos.
Cristian Insaurralde: Hasta el ingreso de Salinas, lo más destacado en el abúlico ataque leproso. El ex-América tuvo movilidad y supo interpretar los movimientos de la defensa rival para abrir su posición y ensanchar a la defensa. Sin embargo, a la hora de superar rivales y asociarse estuvo impreciso y sin muchos apoyos para hacer progresar las jugadas. Salió lesionado y todo indica que perderá el terreno que había ganado en la consideración de Kudelka.
Maxi Rodríguez: Anclado en la banda derecha, Maxi no pesó en ofensiva e intervino poco. Cuando lo hizo, le puso una pelota bárbara a Bíttolo y colaboró con algunos cambios de orientación importantes. Así y todo, quedó preso de la desconexión y la falta de ritmo junto a Formica y Albertengo.
Rodrigo Salinas: Ingresó en un momento donde Newell’s no tenía ideas, y a base de esfuerzo y entrega se las arregló para trabajar por Formica y Albertengo. Ubicado como mediapunta, pivoteó y generó ventajas por el carril central. Y le sirvió una pelota inmejorable al ex-Estudiantes que éste dilapidó. Generó el shock necesario que el trámite pedía pero no alcanzó para inclinar la balanza.
Aníbal Moreno: Ingresó por Villarruel a falta de diez minutos y no tuvo tiempo para gravitar en el juego. Al igual que Denis Rodríguez, es imprescindible en cuanto a la dinámica para presionar y hacer intenso al equipo.
Alexis Rodríguez: Ingresó de urgencia por Insaurralde y no mejoró su producción. Intervino poco y de manera forzada ante la defensa rival. De todas formas, será número puesto para reingresar entre los titulares frente a Defensa y Justicia.
Frank Kudelka [DT]: Así como el gran nivel mostrado al inicio del certamen por el equipo lo encuentra al entrenador como el gran artífice, este bache colectivo en el que se ha metido Newell’s también tiene su complicidad. Los cambios que realizó el freyrense de cara a este partido no fueron solución ante los problemas de generación de juego que más habían perjudicado en aquel partido ante Gimnasia, durante los minutos que la Lepra estuvo en partido. La entrada de Nadalin termino siendo más un tirón de orejas para Gabrielli que una competencia real entre ellos, Villarruel como cinco posicional hizo que Fernández sobre como interior y la salida de Denis Rodríguez le quitó ritmo y dinámica ofensiva debido a que Formica demostró no estar a la altura de lo que se pedía. Y por si fuera poco, la única variante que parecía haber entendido la oportunidad salió lesionado. En cuanto a lo táctico-estratégico que ofreció el partido, Kudelka tuvo claro qué debía hacer Newell’s para contrarrestar las armas ofensivas del rival, pero el rojinegro sucumbió a la hora de cambiar de ritmo y lastimar. Alexander Medina apostó por presionar alto y maniató a los laterales con las vigilancias de los externos albiazules. Los centrales absorbieron a Albertengo y un muy físico Andrés Cubas no tuvo problemas en borrar del radar a Mauro Formica. En líneas generales, la situación no es crítica ni terminal, pero estos últimos dos cotejos (tres si se suma la pálida igualdad ante Banfield) prenden las alarmas en una estructura que, si bien es una obra en construcción, empieza a arrojar cortocircuitos entre lo que pide el sistema y la adaptabilidad de las características de los jugadores. Trabajo arduo para que Frank Darío revea las últimas producciones y vuelva a encaminar a un Newell’s que no debe dormirse en los laureles de un inicio airoso de campeonato que ya quedó atrás.
Planeta Newells | A Dos Canchas